GAMARRA: HISTORIA AMPARADA EN UN NOMBRE
Le fue bien a "Gamarra" que culminó con buena sintonia. Ahora la disputa por el horario estelar la tiene "La reina del Sur" que emite ATV que competirá con "La que no podía amar" que entra al horario estelar de América Televisión en el lugar dejado por esta miniserie producida por Michelle Alexander.
Lima, 11 Enero 2012, (Por: Richard Manrique Torralva / El Informante Perú).- "Gamarra" es un centro comercial muy popular y hasta emblemático en el Perú. Pertenece a los hombres y mujeres que forjaron con su trabajo y esfuerzo ese gran emporio comercial que reúne a miles de comerciantes limeños que han logrado ser catalogados como toda una fuerza empresarial en nuestra gran Lima. Incluso superior a las grandes tiendas comerciales. En "Gamarra" encuentras de todo y hasta a precios muy cómodos que lo que ofrecen otras tiendas de capital extranjero donde comprando algún producto te cuesta tres veces de lo que cuesta en este emporio comercial ubicado en el populosos distrito de La Victoria.
Pues bien, culminó la nueva serie producida por Michelle Alexander, quien fiel a su estilo, esta vez toma "prestado" el nombre de este populoso emporio comercial y nos presenta una serie basada en un comerciante ficticio del que se supone surge la idea para la creación de una empresa de confecciones.
LA HISTORIA
En el año 1990 Moisés Gamarra (Gustavo Cerrón), llega a Lima proveniente de Junín junto a su esposa María, (Gabriela Velásquez), y sus tres menores hijos: Aquiles (Mario Ballón), Héctor (Nikko Ponce) y Gloria (Leslie Guillén); buscando mejorar su economía se instala en el jirón Gamarra como comerciante informal para vender las prendas de vestir que él mismo confecciona.
Moisés es un hombre honesto, trabajador y buen padre. Todo iba bien en su vida, hasta que aparece en la historia Oliverio (Lucho Cáceres), un hombre sin principios ni moral y capaz de todo por lograr sus objetivos. Oliverio aparenta ser amigo de Moisés, pero realmente lo ve como competencia.
Sorpresivamente y antes de concretar su sueño de lanzar su nueva creación al mercado, Moisés muere asesinado trágica y misteriosamente.
Veinte años después, los hermanos Héctor y Aquiles, llevados por la ambición, inician una disputa por apoderarse de la floreciente empresa de confecciones que dejó su padre. En tanto, Gloria, la hermana menor, estudiante de diseño de modas, junto a su madre, asume las riendas tanto de la familia y también las del negocio.
HISTORIA CON VILLANOS ATRACTIVOS
"Gamarra" no defrauda aunque tampoco es gran cosa. Es una producción de 35 capítulos escrita por Eduardo Adrianzén y Víctor Falcón que intenta reflejar los avatares de un grupo de comerciantes limeños. La serie, como toda trama de Alexander, toma un nombre emblemático y conocido para convertirlo en una historia de disputas entre dos hermanos que son, a la larga, los "herederos" del noble y honesto empresario Moisés Gamarra.
Es una historia de ambiciones y poder. Los hermanos Héctor y Aquiles, una especie de Caín y Abel, son los personajes centrales que se entrelazan con la historia de otros grupos de comerciantes. Ahí, vemos problemas como la traición, infidelidad, venganza, odio, unido a problemas reales por la que pasan este grupo de comerciantes, aunque tratados débilmente, como es el pago por cupo y el negocio de los desfiles de moda.
Es una producción en la que se pretende retratar -de alguna manera- lo que es nuestra cultura y sociedad. Con el correr de sus capítulos, ya "Gamarra" pierde el sentido del mensaje central y se convierte en una historia de tantos peruanos quienes con inteligencia y esfuerzo, crean su pequeña empresa y salen adelante en la vida.
A lo largo de la historia uno va conociendo la vida de estos comerciantes peruanos, algunos atractivos, pero otros demasiado débiles. Adrianzén logra el enganche deseado al colocar un personaje muy interesante como lo es Fedora interpretado por Sofía Rocha quien se roba la atención al encarnar a una usurera y prestamista que desencadena conflictos y males. Adrianzén la junta con el otro antagónico de la historia, el siempre eficiente Luis Cáceres. Ambos lucen muy bien en la trama. El guión presenta a Oliverio, el comerciante deshonesto involucrado en la vida de uno de los hijos de Gamarra tras la unión matrimonial con su hija, con lo que la trama crece en interés. A estas alturas ya uno se puede olvidar de las otras historias paralelas porque es muy poco lo que aportan. Sólo el conflicto presentado por la familia Gamarra, logra interesar a la audiencia, merced también a una estupenda Fiorella Díaz como Ursula quien completa el círculo antagónico de esta trama casera.
Mención aparte merece Pierina Carcelén. Curiosamente uno la ve actuando en "Yo no me llamo Natacha 2" como la ambiciosa Violeta y minutos después la observa como la sufrida Paulina y se convence que la joven es una eficiente actriz a la que debemos prestar atención en futuros trabajos.
Lo malo de la serie es que su elenco no es tan equilibrado como quisiéramos. Carla Barzotti defrauda como Lorelei. Ella siempre rinde como villana, pero aquí como la sufrida esposa de Oliverio no convence a nadie. Los golpes del que es objeto y sus lagrimas fingidas son de lo peor en la trama.
Las demás historias no logran el despegue necesario como para interesarnos por sus vidas. De todos ellos, María Angélica Vega es sin duda la mejor interpretando a Ana, esa sufrida mujer con ansias de ser amada.
"Gamarra" es un claro ejemplo de como con guiones simples también se puede lograr la atención del público. Michelle Alexander ha plasmado historias donde toma prestado el nombre de personajes populares para ofrecer series que muchas veces se han salido de ese contexto. Esta no es la excepción. Lo cierto es que "Gamarra" presentó villanos efectivos y una interesante disputa familiar entre dos hermanos que finalmente lograron el interés deseado. Eso sí, tranquilamente, Alexander pudo haber generado audiencia así no lo haya presentado como una trama basada en estos comerciantes victorianos. Aquí nada tiene que ver el emporio comercial "Gamarra", ya que la historia, pese a todo, vale por si misma. Ojalá Alexander pueda presentar alguna vez producciones que no necesiten el estar amparado con el rótulo “de la vida misma”. Ella ya ha obtenido series con éxito y tranquilamente puede presentar una historia de conflictos que en nada tengan que ver con personajes populares de nuestro Perú.
(*) rmanrique@elinformanteperu.com
www.elinformanteperu.com
Lima, 11 Enero 2012, (Por: Richard Manrique Torralva / El Informante Perú).- "Gamarra" es un centro comercial muy popular y hasta emblemático en el Perú. Pertenece a los hombres y mujeres que forjaron con su trabajo y esfuerzo ese gran emporio comercial que reúne a miles de comerciantes limeños que han logrado ser catalogados como toda una fuerza empresarial en nuestra gran Lima. Incluso superior a las grandes tiendas comerciales. En "Gamarra" encuentras de todo y hasta a precios muy cómodos que lo que ofrecen otras tiendas de capital extranjero donde comprando algún producto te cuesta tres veces de lo que cuesta en este emporio comercial ubicado en el populosos distrito de La Victoria.
Pues bien, culminó la nueva serie producida por Michelle Alexander, quien fiel a su estilo, esta vez toma "prestado" el nombre de este populoso emporio comercial y nos presenta una serie basada en un comerciante ficticio del que se supone surge la idea para la creación de una empresa de confecciones.
LA HISTORIA
En el año 1990 Moisés Gamarra (Gustavo Cerrón), llega a Lima proveniente de Junín junto a su esposa María, (Gabriela Velásquez), y sus tres menores hijos: Aquiles (Mario Ballón), Héctor (Nikko Ponce) y Gloria (Leslie Guillén); buscando mejorar su economía se instala en el jirón Gamarra como comerciante informal para vender las prendas de vestir que él mismo confecciona.
Moisés es un hombre honesto, trabajador y buen padre. Todo iba bien en su vida, hasta que aparece en la historia Oliverio (Lucho Cáceres), un hombre sin principios ni moral y capaz de todo por lograr sus objetivos. Oliverio aparenta ser amigo de Moisés, pero realmente lo ve como competencia.
Sorpresivamente y antes de concretar su sueño de lanzar su nueva creación al mercado, Moisés muere asesinado trágica y misteriosamente.
Veinte años después, los hermanos Héctor y Aquiles, llevados por la ambición, inician una disputa por apoderarse de la floreciente empresa de confecciones que dejó su padre. En tanto, Gloria, la hermana menor, estudiante de diseño de modas, junto a su madre, asume las riendas tanto de la familia y también las del negocio.
HISTORIA CON VILLANOS ATRACTIVOS
"Gamarra" no defrauda aunque tampoco es gran cosa. Es una producción de 35 capítulos escrita por Eduardo Adrianzén y Víctor Falcón que intenta reflejar los avatares de un grupo de comerciantes limeños. La serie, como toda trama de Alexander, toma un nombre emblemático y conocido para convertirlo en una historia de disputas entre dos hermanos que son, a la larga, los "herederos" del noble y honesto empresario Moisés Gamarra.
Es una historia de ambiciones y poder. Los hermanos Héctor y Aquiles, una especie de Caín y Abel, son los personajes centrales que se entrelazan con la historia de otros grupos de comerciantes. Ahí, vemos problemas como la traición, infidelidad, venganza, odio, unido a problemas reales por la que pasan este grupo de comerciantes, aunque tratados débilmente, como es el pago por cupo y el negocio de los desfiles de moda.
Es una producción en la que se pretende retratar -de alguna manera- lo que es nuestra cultura y sociedad. Con el correr de sus capítulos, ya "Gamarra" pierde el sentido del mensaje central y se convierte en una historia de tantos peruanos quienes con inteligencia y esfuerzo, crean su pequeña empresa y salen adelante en la vida.
A lo largo de la historia uno va conociendo la vida de estos comerciantes peruanos, algunos atractivos, pero otros demasiado débiles. Adrianzén logra el enganche deseado al colocar un personaje muy interesante como lo es Fedora interpretado por Sofía Rocha quien se roba la atención al encarnar a una usurera y prestamista que desencadena conflictos y males. Adrianzén la junta con el otro antagónico de la historia, el siempre eficiente Luis Cáceres. Ambos lucen muy bien en la trama. El guión presenta a Oliverio, el comerciante deshonesto involucrado en la vida de uno de los hijos de Gamarra tras la unión matrimonial con su hija, con lo que la trama crece en interés. A estas alturas ya uno se puede olvidar de las otras historias paralelas porque es muy poco lo que aportan. Sólo el conflicto presentado por la familia Gamarra, logra interesar a la audiencia, merced también a una estupenda Fiorella Díaz como Ursula quien completa el círculo antagónico de esta trama casera.
Mención aparte merece Pierina Carcelén. Curiosamente uno la ve actuando en "Yo no me llamo Natacha 2" como la ambiciosa Violeta y minutos después la observa como la sufrida Paulina y se convence que la joven es una eficiente actriz a la que debemos prestar atención en futuros trabajos.
Lo malo de la serie es que su elenco no es tan equilibrado como quisiéramos. Carla Barzotti defrauda como Lorelei. Ella siempre rinde como villana, pero aquí como la sufrida esposa de Oliverio no convence a nadie. Los golpes del que es objeto y sus lagrimas fingidas son de lo peor en la trama.
Las demás historias no logran el despegue necesario como para interesarnos por sus vidas. De todos ellos, María Angélica Vega es sin duda la mejor interpretando a Ana, esa sufrida mujer con ansias de ser amada.
"Gamarra" es un claro ejemplo de como con guiones simples también se puede lograr la atención del público. Michelle Alexander ha plasmado historias donde toma prestado el nombre de personajes populares para ofrecer series que muchas veces se han salido de ese contexto. Esta no es la excepción. Lo cierto es que "Gamarra" presentó villanos efectivos y una interesante disputa familiar entre dos hermanos que finalmente lograron el interés deseado. Eso sí, tranquilamente, Alexander pudo haber generado audiencia así no lo haya presentado como una trama basada en estos comerciantes victorianos. Aquí nada tiene que ver el emporio comercial "Gamarra", ya que la historia, pese a todo, vale por si misma. Ojalá Alexander pueda presentar alguna vez producciones que no necesiten el estar amparado con el rótulo “de la vida misma”. Ella ya ha obtenido series con éxito y tranquilamente puede presentar una historia de conflictos que en nada tengan que ver con personajes populares de nuestro Perú.
(*) rmanrique@elinformanteperu.com
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