PORQUE EL AMOR MANDA: COLUNGA SIEMPRE COLUNGA
Lima, 18 Agosto 2013, (Por: Richard Manrique Torralva / El Informante Perú).- Hace un par de meses culminó en México, "Porque el amor manda", una producción de Juan Osorio para Televisa.
La historia es una Adaptación de la telenovela colombiana producida por Caracol Televisión, "El Secretario", protagonizada por Juan Pablo Espinosa y la actriz peruana Stephanie Cayo.
LA HISTORIA
Jesús García (Fernando Colunga) es un joven que trabaja en Chicago como repartidor de pizzas y mesero en un restaurante donde tantos mexicanos siembran la esperanza de una vida mejor. Jesús tiene 7 años viviendo ahí y espera obtener la residencia legal en ese país, después de haber dejado su natal Monterrey, luego de una difícil relación con su antigua novia: Verónica Hierro (Claudia Álvarez).
Por medio de una página de redes sociales en internet, Jesús ve las fotografías de una niña de 7 años, llamada: Valentina, que al parecer es la hija de su exnovia. Jesús se da cuenta de que esa niña, de hermosa y tierna sonrisa, puede ser su hija, pues el parecido es innegable, además de que la edad de la niña coincide con la partida de Jesús a Chicago.
Jesús decide regresar a Monterrey, para conocer a su pequeña hija cueste lo que cueste y busca a Ury Petrovsky, (Marco Corleone), un cliente de la pizzería que le ofreció su ayuda en caso de necesitarlo. Ury es un hombre con aspecto de mafioso que ve la posibilidad de utilizar los servicios de Jesús y le dice que él puede darle el boleto gratis de avión, si le hace el favor de llevar a Monterrey una maleta con ropa, pues colabora con un asilo para gente necesitada. Jesús acepta.
Cuando Jesús aterriza en su natal Monterrey, la autoridad aduanal detecta que en la maleta hay droga camuflada. Jesús es detenido y esposado. Él trata de demostrar su inocencia alegando que sólo se prestó a traer la maleta a cambio de un boleto de avión.
Mientras eso sucede, en una gran empresa, Alma (Blanca Soto) encuentra a Jessica, (Jeimy Osorio), la secretaria que comparte con su cuñado, Fernando Rivadeneira (Alejandro Ávila), en plenos arrumacos y debajo del escritorio. Alma, harta de esa situación, decide telefonear a Rogelio (Erick Elías), su novio, para que se ponga fin al bochornoso comportamiento de Fernando.
Alma decide no correr a Jessica, pero sí removerla de su puesto y que sea trasladada a la bodega, mientras consigue otra secretaria, de preferencia una mujer fea y vieja, a la que Fernando no quiera enredarle en aventuras románticas. Rogelio está de acuerdo y accede a la sugerencia de Alma.
Jesús, ya en libertad condicional, llega a la casa de Verónica quien está casada con Elías Franco (Jorge Aravena). Ahí le pide que la deje conocer a su hija. Después de eso, Verónica encara a Jesús, advirtiéndole que si quiere ver a su hija, como es su derecho, tendrá que cumplir con sus obligaciones. Le exige que antes que nada, debe tener un trabajo estable y un lugar decente donde vivir.
Jesús, de inmediato se pone a buscar trabajo, pero de todos lados es rechazado al saber que tiene antecedentes penales. Tiempo después llega a un cuarto en la que tiene como vecina a doña “Chatita” (Carmen Salinas), pero el destino le tiene un nuevo reto y debe presentarse en la compañía de Alma a una entrevista de trabajo, poco se imaginaría que ahí descubriría el amor.
En la empresa, Alma y Jesús se encuentran por primera vez en el elevador, y, al enterarse ella de que él es rechazado para el puesto de auxiliar contable, decide que es perfecto para obtener el puesto de secretario, por lo que lo contrata de inmediato.
INICIO PROMETEDOR
"Porque el amor manda", tiene un inicio apoteósico que atrapa. Desde el arranque se observa el buen trabajo plasmado por el productor Juan Osorio quien vuelve a mostrar lo bien que sabe producir este tipo de comedia, tal como lo hizo anteriormente con "Una familia con suerte" un aceptable remake mexicano de la argentina "Los Roldán". De hecho, hay muchas referencias, tanto en lo técnico como en el perfil de algunos personajes con la anterior producción de Osorio, y queda demostrado cuando se incluye, a media telenovela, a parte de la familia de Pancho López en varias escenas de esta trama.
El mérito de la producción es la forma fácil de graficar el romance con el costumbrismo local. Una historia que a media novela se aparta del original colombiano y que incluye efectivas escenas protagonizadas por conocidos actores que, en su gran mayoría, no desentonan. A pesar que luego de desaparecer al personaje de Jorge Aravena, el cambio es más que notorio y el efectismo prevalece debido a que la audiencia mexicana crece y con ello el alargue es inevitable. Además, algunos personajes se van distorsionando privilegiando el lado bufonesco que irrita a algunos, sin embargo la sintonía es favorable porque la historia ya está delineada y termina imponiéndose debido a que los protagonistas siempre llevan la batuta de la historia, en parte porque Fernando Colunga termina imponiéndose como galán indiscutible dentro de este tipo de historias.
COLUNGA SIEMPRE COLUNGA
Al saber que Fernando Colunga sería el protagonista de esta historia colombiana, había la expectativa por verlo en un rol completamente diferente al que nos tenía acostumbrado. Sin duda es el galán principal de México, pero el ser “el hombre perfecto” para muchas mujeres en el mundo, esto constituía casi un obstáculo el poder verlo en roles diferentes. Es así, que a sus 47 años Colunga finalmente realiza un comedia en la que nuevamente será galán, pero dentro de una trama donde el personaje tenía más de cómico que de melodramático. Recordemos que en sus inicios el actor personificó a “Chicho” en "María Mercedes" (Televisa, 1992), un personaje que distaba en mucho a los personajes que posteriormente interpretó. Después de ese papel, ya Colunga fue el varón ideal de todas las féminas de Televisa, hasta hoy, en la que tiene que combinar una imagen más bufonesca que fue cambiando con el correr de los capítulos y que se diferenciaba con el perfil del personaje original colombiano que lucía “más tonto” que su par mexicano.
Colunga no destaca, pero tampoco pasa desapercibido. Es así, que termina imponiéndose dentro del personaje porque primero, sabe combinar la comedia con el romanticismo y lleva el peso de la historia terminando por elevar la actuación de una Blanca Soto demasiado pasiva dentro de sus escenas. Es cierto, su belleza es el motivo principal para apreciarla con agrado a pesar que sucumbe cuando tiene que mostrar su vena dramática.
Si Colunga termina por consolidarse en el papel es porque el televidente nunca lo vio en papeles parecidos. No es el caso, por ejemplo, de Jaime Camil quien siempre es llamado para interpretar papeles de galán tonto y bufonesco que termina atosigando al televidente promedio. Claro, Colunga no defrauda porque esa vena costumbrista es parcial ya que finalmente cuando la telenovela comienza a consolidarse observamos a un Colunga con ese garbo y estilo tan conocido que le permite retomar el lado melodramático y romántico junto a su pareja de turno.
HISTORIA SATURADA
Lo mejor de "Porque el amor manda" está en sus primeros capítulos. De ahí para adelante el público ya no se aparta de la trama pese a su saturación. Desde el inicio esos créditos efectivos y maravillosos agradan, en parte a las dos buenas canciones tanto de América Sierra como el tema de María José que son el complemento perfecto para una historia que tiene en estas melodías, los dos lados de la trama. La de América, la comedia y la de María José, la romántica. Es más, su presentación inicial es de lo mejor de la trama por la excelente coreografía que gráfica la síntesis de la telenovela.
Eso sí, la "fácil" salida de Jorge Aravena y el alargue de la trama es lo más criticable de esta producción. Las broncas detrás de las escenas muchas veces deciden el destino de una producción. Felizmente aquí no ocurrió esto debido a que la narrativa centrada en los inicios de la historia determinó que el público jamás dejara de engancharse con esta historia.
Dentro del elenco las palmas se la llevan María Elisa Camargo, Kika Edgar además de lo adorable que lucía la niña María José Mariscal como la pequeña Valentina Franco Hierro.
Un punto aparte es su final que sintetiza nuestro título inicial. Es que finalmente Colunga volvió a ser el mismo de siempre con el porte de galán mostrando sus pectorales y bíceps para beneplácito de sus fans y en una escena de alcoba exageradamente empalagosa con su compañera de turno. El peso que tuvo Verónica (la villana de la historia) y su insulso final para nada hizo que el público les diera la espalda. Lamentablemente la escena fue demasiado limitada y casi imperfecta en su contexto técnico.
Con todo, "Porque el amor manda" gustó a medias a pesar que es muy superior a su original colombiana. Osorio es el productor localista que complace a las audiencias mexicanas. Parece difícil que la emitan en el Perú al igual como ocurrió con “Una familia con suerte” debido a que las comedias a veces no agradan a la audiencia nacional como sucedió con “La fea más bella” que salió de la programación por bajo rating y que obligó a América Televisión a escoger bien los productos que le compra a Televisa.
(*) rmanrique@elinformanteperu.com
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Benito- México DF