'Princesas': interesante propuesta alargada innecesariamente
Como argumento, "Princesas" constituía una propuesta interesante. Una pena que ProTV haya alargado una trama que, por sus conflictos y romances, merecía una sola temporada. |
La historia es una realización de
ProTV para América Televisión. Cuenta con las actuaciones protagónicas de Fiorella Pennano, Tatiana Calmell, Priscila
Espinoza y Flavia Laos. Además figuran en el reparto Stefano Salvini, Karina
Jordán, Patricia Portocarrero, Andrea Luna, Sergio Galliani, Korina Rivadeneira,
Paul Vega, Leslie Stewart Norma
Martínez, Javier Delgiudice y Ana
Cecilia Natteri.
El guión constituye una idea de Miguel Zuloaga inspirada en las conocidas historias de Jeanne Marie Leprince de Beaumont y los Hermanos Jacob y Wilhelm Grimm: Blancanieves, Bella, Cenicienta y Rapunzel. La producción es dirigida por Luis Barrios basada en un guión de Augusto Cabada.
La historia
En algún lugar de la ciudad, cuatro jovencitas viven su propio infortunio hasta que el amor les tocará la puerta. Blanca (Fiorella Pennano) vive con su madrastra Regina (Karina Jordán). Ella es una conocida publicista y relacionista pública que asesora al presidente de la República (Javier Delgiudice). Cuando fallecieron los padres de Blanca (Regina los asesinó), la joven compartió su hogar y herencia con su madrastra quien al no poder quitarle el dinero de su padre ordena que la asesinen, pero logra salvarse. Ella es encontrada por siete ladrones, se une a estos delincuentes para vengarse de su madrastra y recuperar su vida.Por otro lado, Bella (Flavia Laos), al rechazar a su novio José Luis (Sebastián Stimman) en pleno casamiento, centra su vida en su trabajo. Un día conoce a Aaron (buena actuación de Stefano Salvini), un hombre de apariencia desagradable, hosco y malhumorado a la vez que misterioso con un pasado oscuro que nadie conoce.
Paralelamente, la hija del alcalde de la ciudad (Sergio Galliani), llamada Rapunzel (Priscila Espinoza) sufre una enfermedad mortal, postrada en su silla de ruedas, vive su vida, sin saber que le queda poco tiempo de vida. Ella tendrá que descubrir quién es su verdadera familia y conquistar al amor de su vida, el inestable y mujeriego, Arturo Villarreal (Juan Ignacio Di Marco).
Finalmente Danielle (Tatiana Calmell) vive en la casa que le dejó su padre al lado de su madrastra y hermanastras quienes la explotan y gozan con su sufrimiento. Un día después de ser culpada de robo por una de ellas, conoció a Felipe (Mauricio Abad) de quién se enamora perdidamente.
Idea interesante no del todo lograda
"Princesas" sigue los hilos narrativos que iniciara ProTV con 'Ven baila quinceañera'. Esta vez, el romance juvenil se desarrolla en nuestra Lima actual con cuatro jovencitas, unidas no solo por sus curiosos nombres, también por ser un prodigio de dulzura, bondad y belleza.La historia empieza, entre lo irreal y romántico, interesa debido a su curiosa trama (las princesas de los cuentos de hadas reencarnadas y viviendo en Lima). El problema viene cuando la historia va tomando cuerpo y los conflictos se sienten forzados, en parte al poco talento de sus noveles actores.
En primer lugar, se elogia la idea, unas princesitas que viven en pleno siglo 21. No recordamos en la historia de las telenovelas personajes parecidos. Es cierto, la trama tiene algo de 'La pícara soñadora', uno de los éxitos literarios del gran Abel Santa Cruz, creada para el cine con la siempre imponente Mirtha Legrand y Alfredo Alcón. Llevada luego al mundo de las telenovelas protagonizada por Evangelina Salazar en Argentina y Mariana Levy en México. Hubo también una versión brasileña y una adaptación infantil mexicana, irregulares en comparación con las antes mencionadas. Abel Santa Cruz fue uno de los pioneros en adaptar este tipo de historias donde se mezclaba el romance juvenil envuelto en aureola de misticismo y fantasía.
Ahora bien, la propuesta peruana no deja de generar interés, por la inteligente puesta en escena además de incluir a personajes que pudieron contar con un mayor desarrollo narrativo (los siete ladrones emulando a los siete enanitos de los cuentos). Nos parece que el alargue de la historia determina que los libretos fueran resumidos y detallados, cambiando la estructura original y limitando el accionar de algunos personajes, (posiblemente para guardarlos para la segunda temporada).
Por otro lado, el romance entre 'la Bella y la Bestia' constituye el plato fuerte de la trama pese a las limitaciones de Flavia Laos que nunca logra darle fuerza y vitalidad a su personaje. La Bella de la historia es lo más rubia posible, contrario a las facciones físicas que debería tener el personaje. Flavia sale airosa porque tiene a su lado a un Stefano Salvini siempre sacando el máximo provecho a sus personajes y explotando su vena histriónica. Observen al actor cuando comparte escena con el gran Oscar Carrillo (su padre en la ficción). Son momentos de gran intensidad que agrandan la historia.
Casting juvenil irregular
Siempre ha sido así. Desde los tiempos de 'Carmín' (Panamericana Televisión. 1985), el apelar al catálogo para la selección de "modelitos fashion" que fungen de actores ha sido el referente más simple con que productores y creativos han escogido a su interprete 'ideal' (no importa su dicción y su escaso talento actoral). Aquí nada de esto es ajeno.
Tal vez, Juan Ignacio Di Marco es el único que muestra empeño, intenta no desentonar gracias al carisma que proyecta, su pareja en la ficción, Priscila Espinoza como Rapunzel. Pero, en líneas generales, estos galanes no le llegan a los talones a nuestras princesas que, pese a no ser descollantes, no desentonan en sus respectivos papeles.
A media historia, se siente el giro narrativo en los libretos. Ya intuimos que la historia tendría una segunda temporada (negativo para nuestro gusto). De modo que los 7 ladrones desaparecen de escena (son encarcelados) y su líder Damián es acuchillado por su propia madre, la nana Elvira (Ana Cecilia Natteri) quien nos devuelve en pantalla a este tipo de personajes, aquellas 'abuelitas' desalmadas, tantas veces observadas, en el mundo de las telenovelas. El problema es que a este personaje también 'le cortan las alas' y pronto lo que generó interés comienza a perder su atractivo. Lo cierto es que el personaje de Ana Cecilia Natteri nos recuerda a grandes abuelitas de la actuación quienes lograron personificar a villanas desalmadas como la gran Reneé de Pallás en Venezuela, María Rosa Gallo en Argentina, María Teresa Rivas en México y, por supuesto, Elvira Travesi en Perú.
Por otro lado, la incursión de Jimena Lindo como jefa de policía le da mayor agilidad a la trama, una experimentada actriz que no desentona en lo absoluto. Su hija, en la ficción, Grettel (adorable la pequeña Uma Mikati), tiene su momento estelar. Mientras Blanca (Fiorella Pennano), brilla gracias al mejor desarrollo de su personaje. Lástima que tenga como pareja a un inexpresivo galán.
La más baja de las historias juveniles es la que le corresponde a Danielle (Tatiana Calmell). No queda duda que ella es la indicada para el papel, además el continuo aporte humorístico de Patricia Portocarrero como la madrastra Maldina nos genera siempre una sonrisa (para que negarlo). Ello, unido al talento de Andrea Luna (enhorabuena que figure en una producción que no sea la de Del Barrio Producciones), pero la historia se siente tediosa y forzada, no despega como debiera debido a la poca capacidad actoral del joven que la acompaña, Mauricio Abad. La escena final donde le muestra el anillo de compromiso a Danielle carece de esa fuerza narrativa con que endulzar a los televidentes.
Uno de los buenos ingresos dentro de su trama es el acompañamiento del presidente de la República y el alcalde de la ciudad (en temas que no necesariamente son políticos). Sin duda el aporte de experimentados actores le da realce a tanta improvisación, poca expresividad y nulo carisma de los galanes juveniles.
Ya es hora que ProTV comience a ofrecernos mejores propuestas para la actuación, no modelitos con caritas bellas. Para nuestro gusto nuestras adolescentes peruanas no desentonan, son sus acompañantes los que echan a perder determinada escena que, aunque simplista, incorrecta o aparatosa; carecen de un mejor desarrollo escénico por el nulo aporte de estos jóvenes que ni llorar pueden.
Estos muchachos deben estudiar actuación si quieren seguir en este tipo de producciones. Miren a Karina Jordán, una buena actriz, que se apodera de su personaje, pese a personificar una copia limeña de 'Maléfica', sus escenas de alcoba son bien realizadas, la actriz sabe ser sensual, mala e intrigante. Eso solo se consigue con estudio y experiencia.
'Princesas' entretiene, pero tiene un límite. Lo mejor, la propuesta de modernizar las historias sin perder aquellos detalles cumbres que las encumbraron en cualquier tiempo y lugar. Los decorados y escenografía del hogar de Aarón, el baile de Danielle y Felipe emulando a Cenicienta y su príncipe azul, los niños fantasmas en la casa de Aarón, son aportes muy logrados que elevan una trama que bien pudo culminar en una sola temporada y dejar a todos contentos.
Final de primera temporada
'Princesas' pudo tener un cierre digno y hasta mejor estructurado. Desde el momento que le dieron luz verde a ProTV para contar con una segunda temporada, la trama sufrió variantes. Se notaba que el libreto original estaba siendo modificado.
ProTV debe planificar mejor sus contenidos. Si bien, hoy en día, las televisoras del mundo producen más series que telenovelas, un libreto con tantas modificaciones nunca termina por satisfacer. La historia por su curiosa propuesta merecía un inicio y un final. Este 'continuismo' los realizaba, en sus inicios, Del Barrio Producciones que parece haber madurado como productora. Esperemos que ProTV se sacuda de este tipo de estrategias, puede funcionar en historias costumbristas y caseras, pero no en una historia romántica tan pegada a los cuentos de hadas ¿Qué pasará en la segunda temporada? No se necesita pensar mucho. En el capítulo final, se observa el futuro que tendrá cada personaje.
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