Dos hermanas: efectismo redundante

Lima, 13 de Julio 2021 (Por: Por Richard Manrique Torralva / El Informante Perú).- Por fin culmina, "Dos hermanas", una de las más empalagosas historias totalmente efectista. Claro, con algún sabor peruano dentro de su historia; aunque en líneas generales una trama poco atractiva ¿Tuvo algo que ver la pandemia? En estas líneas analizamos el tema.

Dos hermanas, es una telenovela peruana protagonizada por Melissa Paredes, Sebastián Monteghirfo y Mayella Lloclla. Con la participación de Yaco Eskenazi, Julián Legaspi, Fiorella Luna, Marcello Rivera, Mariano García-Rosell, Fabián Calle, Sandro Calderón, Erick Elera, Marisol Aguirre, Karime Scander, Silvia Bardales, David Villanueva, Alexandra Barandiarán, Kiara Tanguis, Sandra Vergara y Pierina Carcelén. La producción general está a cargo de Michelle Alexander.

Anécdota

Esta telenovela fue suspendida a las pocas semanas de su estreno (20 de marzo de 2020). El motivo, la llegada de la pandemia a nuestro país. Tuvo en su reemplazo algunos capítulos de "La Rosa de Guadalupe: Perú". Tras algunas deliberaciones, finalmente América Televisión desempolvó "Te volveré a encontrar", una producción que no tenía fecha de estreno desde hace un año atrás, tuvo una aceptable sintonía. Finalmente "Mi vida sin ti", retomó el reingreso a las producciones de Del Barrio Producciones. "Dos hermanas volvió un 1 de marzo de 2021, la historia tuvo  cambios debido a los protocolos sanitarios y al cuidado que debía tenerse al realizar este tipo de realizaciones.

La historia

En 1993, el terrorismo causaba estragos y tragedia a muchas familias del  Perú. Mery (8 años) y Urpi (meses de nacida) son dos hermanas pequeñas que viven con sus padres en la sierra. Ambas quedan huérfanas, cuando un grupo de sanguinarios terroristas asesinan a sus padres.

Las dos menores son trasladadas a Lima e internadas en un albergue. Al poco tiempo son separadas extrañamente. La pequeña Mery escapa del albergue, deambulando en las calles, conoce a doña Loyda (Silvia Bardales) quién la adopta y la lleva a vivir a su casa conviviendo junto a sus pequeños hijos Ramón (Sebastián Monteghirfo de adulto) y Betsy (Sandra Vergara de adulta).

Los años transcurren Mery conoce accidentalmente a una joven cuyo rostro le recuerda a alguien del pasado. La joven es nada menos que Fiorella Berrospi, hija mayor de una acaudalada familia conformada por Fernando (Julián Legaspi) y su esposa Noelia (Marisol Aguirre). 

Los años transcurren y el destino pone en el camino a estas dos mujeres alrededor de un secreto que envuelve a las dos, en medio de conflictos, romance y maldad.

Excesos empalagosos

Cuando uno empieza a observar "Dos hermanas" siente, en sus primeros capítulos, esos aíres a telenovela ochentera. Las hermanas separadas, los conflictos familiares, la gran mansión de los poderosos, la elegante empresa donde entran y salen los empleados, los conflictos laborales, etc. La trama es, tal cual, una telenovela venezolana o mexicana de aquellos ochenta cuyos conflictos eran los mismos salvo una u otra tragedia que la diferencie. 

Los primeros conflictos atrapan. Una Melissa Paredes siempre estupenda aunque con los mismos estereotipos de siempre, en los papeles que le toca interpretar.  Sebastián Monteghirfo en su rol de galán de barrio. Eso sí, la mansión de los Berrospi derrochando lujos y poder, además de la empresa Vitalia donde los empleados y gerente viven sus propios conflictos (con Pierina Carcelén en un atractivo papel) y un  Yaco Eskenazi (más compenetrado con su personaje), entre los que más resaltaban hasta esos momentos.

Luego de un par de semanas de emitido, en horario estelar, la telenovela salió del aire. La producción suspendió las grabaciones acatando las medidas dictadas por el Estado en pro de salvaguardar la salud de los habitantes debido al rebrote del covid-19. 

Transcurrido un año, volvieron nuevamente, pero todo fue distinto. Hubo muertes 'repentinas', esas calles lucían más desoladas que de costumbre, en la empresa Vitalia sólo caminaban los gerentes y una secretaria y en sitios estratégicos como una comisaria solo estaba al mando un oficial y un subalterno, para colmo los mismos actores de siempre personificando idénticos personajes al igual que en producciones pasadas. De hecho, Juan Carlos Pastor repite su papel del oficial Joya en la nueva producción “Luz de Luna”

Por cierto, es parte del momento actual por el que vivimos. Es importante precisar que, por los momentos que nos toca vivir, se debe limitar el aforo y minimizar, en lo posible, el número de actores dentro de una escena.  Lamentablemente, el guión a cargo de Rita Solf, Abel Enríquez y Tito Céliz, obligatoriamente sufren cambios en su estructura. Nunca sabremos que tanto se cambió, lo cierto es que el reestreno de la historia sufrió variantes importantes.

Escribimos lo que percibimos, no tenemos conocimiento, si esto sucedió o no. Eso solo lo saben los guionistas y la productora. Lo cierto es que luego de volver a ver un resumen de los primeros capítulos nos encontramos con la primera desagradable sorpresa. No va más Pierina Carcelén, la asesinan de inmediato. Los personajes de mayor edad (Silvia Bardales) sólo tienen una breve aparición. La mayor sorpresa, la muerte de "Betsy" (Sandra Vergara) a manos de su esposo, Danilo (Marcello Rivera) quien pasa a ser el más malo de los malos. 

A estas alturas percibimos un exceso de efectismo puro. Nos muestran una serie de villanos de todo tipo, muchos de ellos carentes de todo atractivo como Pablo Pando (Sandro Calderón) un sujeto que hace de las suyas (tiroteos, secuestros, asesinatos) en calles vacías donde nadie escucha ni percibe nada; los policías son casi ridiculizados; mientras la relación entre las posibles hermanas se vuelve redundante. Mery y Fiorella son personajes tan típicos y reiterativos como otros tantos que existieron en el pasado dentro de la historia de las telenovelas (Las gemelas-Televisa. 1966), (Cristal-RCTV. 1985), (La Usurpadora. Televisa, 1998).

Esa relación constituye el eje central de la trama, un conflicto que luce forzado, reiterativo. No hay nada que la diferencie de otras relaciones parecidas. No existe un hilo narrativo que interese, todo es tan superficial en su contenido. Primero la muerte de la tía, luego el chofer detrás de un posible complot, se une el hijo del socio ávido de una venganza del pasado y por último el hermano de la víctima quien, a medio capítulo, se confiesa como el asesino sin una mejor comprensión de los hechos. Por cierto, Fernando Berrospi (Julián Legaspi) es el jefe mayor de estos malosos quien, al inicio, tiene una muy buena compenetración escénica con su esposa (Marisol Aguirre). Pronto el personaje se desdibuja y no pasa de ser uno más dentro de este laberinto de malos por montones. 

La edición de los capítulos está unida al tiempo-espacio. Durante un determinado grupo de capítulos se especifica los tiempos que transcurren entre uno y otro conflicto ocurrido. Lo malo es que a muchos nos deja un sinsabor debido a que luego de semanas o meses la trama tiene otro contenido o simplemente se deja al criterio del televidente lo que realmente allí ocurrió. Señores, esto es una telenovela no película,  los detalles deben ser bien narrados para una comprensión de los hechos. 

Hay algunos personajes especiales cuyo destino queda a criterio del televidente, o se va de viaje o se va preso. La esposa de Pablo Pando (Carolina Infante), Dante (Mariano García-Rosell) condenado a prisión o Blanca, la hermana de Fiorella (Karime Scander), se dice que tuvo un hijo de su propio hermano (nunca se confirma si realmente Blanca y Gustavo son hermanos), queda en el anonimato saber que ocurrió con ella. 

El capítulo final muestra los cambios que intentan proyectar los guionistas, pretenden sorprender al televidente. Lástima que tantas aparatosas escenas (violencia, seducción, asesinatos) nos hacen olvidar el tema central de la historia. Si Fiorella y Mery son realmente hermanas. Al final, todo cambio no causa el efecto deseado. 

De hecho, como es costumbre en Del Barrio Producciones, su historia esta enarbolada con un aureola, cien por ciento, localista; tratan de mostrar en sus contenidos diferencias sustanciales, enarbolan algún caso social (delincuencia juvenil) y además incluyen el tema del racismo en algunos de sus capítulos con tan poco éxito debido a la carencia de una mayor intensidad en la escena mostrada, llorar por que te dicen 'chola' de niña, no resulta tan impactante en un diálogo, salvo si esta viene con una escena que lo demuestre mejor.

Por otro lado, "Del barrio" sacrifica a sus galanes y los muestra inoperantes, algo tontos y poco eficaces ante los problemas presentados. Sebastián Monteghirfo, un buen actor, caracteriza a un débil de carácter, casi un pusilánime que no tiene voz de mando y es golpeado por todos sin piedad. Es la antítesis del galán deseado, así lo quiere graficar "Del Barrio” quién hace lo propio con su otro galán, David Villanueva, caracterizando a un tipo tan inepto y dócil como su compañero de reparto. Por cierto, la droga que usa Pablo Pando con la que asesina a todos, es un  'señuelo' tan tocado en otras telenovelas que, en nuestros tiempos, ya no resulta creíble. Lo recordamos en telenovelas como "Pecado de amor" (Televisa. 1978).

Lo mejor de "Dos hermanas" resulta el conflicto juvenil que ingresa como un antagonismo secundario y que se apodera del interés del televidente. Estos chicos de Barrio (Brayan, Dante y Mayra) no desentonan en lo absoluto, protagonizan unas escenas más creíbles que las demás. A ello se une "Fierrito" (Fabián Calle) un personaje tan autentico en su expresión y accionar que tiene un pésimo final. Nos hubiera gustado observar a este delincuente juvenil en más escenas.

"Dos hermanas" no resultó lo que se esperaba. Puede que la pandemia resulte el culpable de haber perdido un guión mejor estructurado inicialmente. Nunca lo sabremos. Las dos primeras semanas de emisión  (antes de la pandemia) lucían más atractivas que toda la telenovela completa. Para otra vez será.



Comentarios

Entradas populares de este blog

FALLECIÓ MAYRA ALEJANDRA, LA RECORDADA "LEONELA"

EN NOMBRE DEL AMOR: CUANDO LA EXPERIENCIA SE IMPONE

NECTAR EN EL CIELO: UN RELATO SIMPLE Y EFECTISTA