RITA Y YO: ¿SECUELA DE ASI ES LA VIDA?


Lima, 06 Abril 2007, Richard Manrique Torralva / El Informante.- A no dudarlo que no le ha ido nada mal a las miniseries de América Televisión, a decir de los números, a pesar de ello lo principal es que ha dado trabajo a varios actores, guionistas, técnicos y productores en un mercado local, cada vez más difícil, donde las imposiciones, envidias y poca creatividad están a la orden del día.

Tenemos ya en sus capítulos finales la ultima de este tipo de producciones llamada “Rita y yo”, sin duda la más esperada de las tres por el misterio que encerraba ver a César Ritter vestido de mujer.

La trama se centra en la difícil situación que enfrentará “Nicolás” (Ritter) al verse con muchas deudas por lo que se ve obligado a vestirse como “Rita” y pasar muchas peripecias con el propósito de cancelar una deuda con un usurero llamado “el turco” (Gustavo Bueno), desprenderse del acoso del dueño de la agencia donde labora (Jorge Chiarella) y por conseguir el amor de la hija de este, “Kiara”, (preciosa Jimena Lindo).

Sin duda dos de los actores más populares con características tan innatas para el cambio y la gesticulación de personajes cómicos o de barrio son Luís Cáceres (de quien hablaremos cuando comentemos “Golpe a Golpe”) y César Ritter quien es el que mayor provecho le ha sacado a esos personajes (para este columnista su mejor interpretación fue el de “memo” en “mil oficios”). Por ello nos aventuramos a pensar que desde que se preparaba esta historia ya se pensaba en Ritter para el protagónico por las características tan propias en él.

Por ello César Aranda (productor de la serie) aparte de tomar “prestado” la historia basada en “Tootsie” (la película de Sidney Pollack con Dustin Hoffman como protagonista) también era obvio que el indicado era Ritter por eso se preparó todo un misterio el observar como sería ese cambio tan promocionado hasta la saciedad.

Eso sin duda rindió sus frutos pues a la historia no le va nada mal a pesar que de “Tootsie” solo tiene el nombre y más bien cada capítulo emitido lo acerca más a su hermana mayor llamada “Así es la vida”, no por algo su productor ha salido de las canteras de la escuela liderada por Efraín Aguilar.

Es que la historia a pesar de querer centrar su idea en la necesidad que tiene el personaje (Nicolás) por vestirse de mujer para cancelar una deuda se pierde en el intento pues el guión tiene personajes secundarios que no sostienen la trama sino más bien se pierden con ideas de lo más absurdas como colocar un par de enanos como meros delincuentes, un bufón y torpe oficinista, además del mayor ridículo de todos, el personaje de Gustavo Bueno (“el turco”) que comienza bien, pero luego lo convierten en un personaje de "sketch” para poder subir más puntitos en el rating.

El guión tiene momentos ridículos con personajes exageradamente fantasiosos y la historia se convierte en una secuela de “Así es la vida” aunque ahí también hay diferencias pues la producción de Efraín Aguilar es una serie que con los años se ha convertido en una producción infantil y los productores no ocultan ello por eso allí se permiten toda clase de hechos propios de niños y adolescentes.

Pero en la comedia de Aranda que quiere que el personaje de Ritter haga todo con tal de lograr la ansiada felicidad, todo ello se ve demasiado forzado. Casi la relación de “Kiara” y “Nicolás” se aleja cada vez más de la trama, pues todos en lugar de esperar un acercamiento de la pareja, más nos esforzamos por sonreír de las tonterías de Kike Suero, Oscar Beltrán o Laslo Kovacs (que para colmo repite los mismos dejos y tics que en su personaje de “Así es la vida”).

Ritter no está mal, pero el guión lo convierte en un personaje insoportable, un “bobo enamorado”, y así gusta a un público cautivo, pero no a la mayorías y eso deben entenderlo nuestros creativos. Los guionistas deben reparar en dos personajes claves que se nos ocurren dentro de las producciones locales. Regina Alcover insuperable en “Me llaman Gorrión” que producto de su simpatía y talento, tan propio en ella, levantó la historia de Abel Santa Cruz, cosa que ni Ana María Piccio en su versión argentina ni Marisol Aguirre en la segunda versión peruana pudieron hacerlo, aunque fue superada con creces por Verónica Castro (seamos hidalgo en reconocerlo). Y Adolfo Chuiman en su personaje de “Renato” en “mil oficios” que conmovió a todos en su atrapante primer capítulo cuando lo despiden del trabajo y se dedica “a recursearse” en lo que sea para subsistir (sin duda esta producción es el referente mayor para “Así es la vida”). Ahí está el detalle señores, pues para que un personaje se comporte como bobo o tonto no solo es porque lo sea sino porque tiene una meta definida y en eso sus creativos sería bueno que encuadren sus objetivos, repasen algunos film o producciones locales y brinden unas propuestas mejores, pues si bien gozamos con nuestro talento cómico también es cierto que toda copia lo convierte en irregular e insoportable. Y así no es la cosa.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Ustedes producen una tonterias de series como ese adefesio de "Rita y yo", ¿que es eso?. Francamente es un insulto y un ataque frontal a la inteligencia de la gente.

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