MÁS SABE EL DIABLO: LO QUE MAL EMPIEZA, BIEN ACABA
Lima, 24 Marzo 2010, (Por: Richard Manrique Torralva / El Informante Perú).- Termina “Más sabe el diablo” una producción de Telemundo que tuvo regular aceptación en el Perú. Inicialmente se emitía en el horario estelar de las 8 de la noche, pero por problemas de rating fue removida a una hora antes, toda vez que su argumento no convencía del todo.
“Más Sabe el Diablo” fue una telenovela producida en Estados Unidos por Telemundo. Es una adaptación de la novela colombiana ¿Por qué diablos?, escrita por Jimena Romero y Lina Uribe que fue protagonizada originalmente por Manolo Cardona y Marcela Carvajal. En ella hacía sus pininos como actriz, la bella Paola Rey. En esta nueva versión, la historia es dirigida por el peruano Danny Gavidia y David Posada. La telenovela está protagonizada por el actor y cantante Jeancarlos Canela, junto a la actriz venezolana Gaby Espino y el actor, Miguel Varoni, quien encarna al villano de la historia. La telenovela se grabó en los estudios de Telemundo en Miami, Florida, pero tiene escenas grabadas en Nueva York y Miami.
LA HISTORIA
Ángel (Jeancarlos Canela), es hijo de las circunstancias por la difícil situación que ha vivido desde su nacimiento, pues a pesar de que Esperanza (Esperanza Rendón), su madre, luchó por el amor de su papá, Martín Acero, (excelente Miguel Varoni), a él nunca le interesó ni el bebé, ni su embarazo y le dio la espalda aconsejado por su madre Graciela, (Jeannette Lehr). Para la familia de Martín era una vergüenza que resultara involucrado con la criada de la casa y mientras Esperanza lo buscaba sin resultados, terminó dando a luz en una estación de bus de Nueva York, con la ayuda de Sandro, (Juan David Ferrer), la única persona que se conmovió con su dolor.
Años después, la calle se convierte en el segundo hogar de Ángel, donde todos lo reconocen como "El Diablo" gracias a su oficio como ladrón, quién a pesar de su buen corazón, está envuelto en una banda de ladrones expertos en grandes actos delictivos, que al final lo llevan a pagar una condena en la cárcel donde conoce a Manuela, (Gaby Espino).
Manuela es abogada y lo representa en su caso, logrando que salga libre y regalándole una nueva oportunidad para rectificar su camino, sin sospechar que al final terminará partiendo su vida en dos.
Conocer a Manuela hace que Ángel decida comenzar de nuevo, pero al regresar a su casa, descubrirá que su madre tiene una deuda con León Beltrán (nuestro conocido, Roberto Mateos), el jefe de la banda para la que siempre trabajó. Él pagó los gastos médicos de la enfermedad de Esperanza mientras su hijo estuvo en la cárcel y la única manera de saldar su deuda, es que Ángel siga a su servicio con un robo millonario próximo a realizar.
Sin poder rehusarse a los requisitos de León, su única opción es organizar el robo con un plan lleno de detalles y sofisticación, característica de su personalidad… aunque el destino le jugará una trampa de amor cuando esa noche su vida cambie para siempre. Ángel no se imagina que el verdadero gran delincuente y cabeza del operativo sea el prometido de Manuela, la mujer que conquistó su corazón, y como una revancha de la vida, descubrirá que se trata del hombre que más odia, su propio padre y el asesino de su mejor amigo. Martín Acero más conocido como “El Hierro”.
La situación se complica cada vez mas, mientras Ángel huye con su madre Esperanza a México. Al cruzar la frontera con el coyote, Ángel se entera que Martín es su propio padre, por lo que resuelve regresar a Nueva York, para hacer pagar a su padre el daño que tanto le hizo.
"UN DELINCUENTE" ¿PROTAGONISTA?
“Más Sabe el Diablo” tiene un argumento harto conocido, pero poco aceptado. Si bien la historia es una adaptación de una producción colombiana, podría decirse que casi es una nueva trama, toda vez que el original colombiano ni por asomo llegó a emitirse en muchos países, incluido el nuestro. El romance mundano que nace entre un delincuente y su abogada es casi un calco de otros argumentos en que solamente variaban los personajes y así la protagonista femenina era la malhechora o la delincuente que iniciaba una relación con su abogado cuya amistad da pie al romance deseado.
Hay muchos guiones que han planteado casi el mismo recurso, no obstante sin tener una similitud con “Más sabe el diablo”, nos viene a la memoria la telenovela “J.J. Juez” (Televisa-1979) un remake chileno que produjo Valentín Pimstein allá por los ochenta en la que se lucía Blanca Sánchez como Julia Jiménez, una destacada abogada que vive en la Ciudad de México y que logró la aceptación de los televidentes de la época. De hecho tan convincente fue su papel de abogada que, en 1987, repitió con éxito ese rol en "Quinceañera" (Televisa-1987).
El problema con “Más sabe el diablo”, es que no todos ven con buenos ojos este poco “original” amor. Es más, muchos detractores de las telenovelas basan precisamente sus críticas en este tipo de argumentos que según sostienen “nunca podrá realizarse en la vida real, además de ser un pésimo ejemplo a seguir”, porque sencillamente no aceptan del todo, que un ladrón por más que tenga "buenos sentimientos" logre ese final feliz y poco convincente. Y es que, por más que el galán sea lo más atractivo posible y la fémina la más bella entre las bellas, si no hay un buen guión que refuerce esta historia, poco alcance tendrá entre las mayorías, una trama de este tipo.
Por ello, ocurrió en el Perú lo que se esperaba. La trama era demasiado forzada y el amor que florece entre los barrios mundanos de Nueva York no constituía demasiado atractivo para seguir con un guión que ya se ha visto hasta el hartazgo donde el eje central del problema parecía no ser la historia de Ángel Salvador sino el tan mentado mundo de los ilegales que luchan por hacerse de un sitio en los Estados Unidos. Algo que ya se ha visto en otras producciones de Telemundo. Quizás por eso habrá gustado en las zonas latinas de los Estados Unidos, pero ni por asomo llegó a entusiasmar en otros países, incluido el nuestro.
Muchos podrían atribuirlo al hecho de que muchos aún son reacios de observar a un delincuente regenerado que encuentra el amor de su vida en brazos de su abogada. Sin ir muy lejos en el Perú cuando se lanzó la segunda versión de Leonela (Perú-1997) que por coincidencia se está emitiendo nuevamente en la televisión peruana, al momento de su lanzamiento hubo muchos cuestionamientos y hasta debate por presentar en televisión a un “violador” como el héroe y galán de una historia demasiado forzada y hasta violenta. No obstante la historia camino bien en países como Venezuela, pero en nuestro país la historia tuvo regular aceptación, en parte por los conceptos ya vertidos anteriormente.
Todo ello, debe haber incidido en que “Más sabe el diablo” comience su emisión en el Perú “con el pie izquierdo”. Y así su paso en el horario estelar duró poco y fue reemplazada por “El rostro de Analía”, otra producción que a pesar de su irregularidad se mantuvo en su horario y ya entra en sus capítulos finales que serán motivo de otro artículo parecido.
Coincidentemente “Más sabe el diablo” y “El rostro de Analía” comparten algo en común, que ya poco se hacia en guiones telenoveleros, el incluir en la trama ese matiz policial que en otros tiempos buscaba atrapar al público masculino, poco reacio de ver telenovelas, así nomás. Es por eso que a Telemundo, no le ha ido tan mal, en ese sentido, porque ya han comenzado a programar otra trama parecida, como lo es el remake de la versión chilena de “¿Dondé está Elisa?” en donde el sentido policial es el matiz central dentro de una trama que muy poco se realiza en las telenovelas actuales donde el tema principal, casi siempre, tiene que ser el amor imposible de la pareja protagónica y no historias policiales paralelas.
Todavía recordamos cuando Valentín Pimstein se dio cuenta el tremendo aporte que significó otorgarle un sentido policial y detectivesco a la historia de amor de Inés Rodena en “Viviana” (Televisa-1978). En aquellos años era común escuchar en las conversaciones de los peruanos discusiones sobre “el asesino”, que constituía una parte de la trama protagonizada por Lucia Méndez. Tiempo después comenzaron a “incursionar” dentro de las historias de amor, situaciones y entretelones policiales que le daban un “respiro” a la historia y acercaban a la familia a seguir con avidez cada uno de los capítulos que se iban sucediendo.
Recordamos también “El camino secreto” (Televisa-1986) protagonizado por la bella Daniela Romo que fue eminentemente policial terminando su historia en una pelea mundana, a balazo limpio, entre policías y narcotraficantes.
MAL EMPIEZA, BIEN ACABA
Si “Más sabe el diablo” no llegaba a gustar del todo, con el correr de los capítulos se torno interesante por el cambio radical de su trama, y es que la historia de Manuela y Ángel Salvador más conocido como “Diablo” comienza a “tomar cuerpo” por el gran refuerzo de sus historias paralelas unido al gran trabajo actoral de Miguel Varoni quien realiza un trabajo estupendo en su rol de desalmado sujeto, pedante y ambicioso. Varoni refuerza su trabajo con gestos y tics que le permite sacar a relucir el sentimiento que debe tener el personaje en mención, llamado Martín Acero alías El Hierro.
Pero si Varoni sobresale no solo es por su gran talento actoral sino porque la historia paralela de policías y narcotraficantes se refuerza notablemente con dos aportes, muy poco visto, dentro del mundo de las telenovelas. El romance gay y el amor a un transexual.
El fino y encantador Martín Acero es en realidad un ladrón de cuello y corbata, que logra todo lo que quiere con su falsa amabilidad y simpatía. No le es muy difícil convencer a cualquier mujer para llevarla a la cama, incluyendo a Esperanza, la humilde empleada doméstica de su casa que le da un hijo a quien conoce muchos años después.
Pero la vida jugará con sus pasiones y le atraviesa a la mujer que le hace perder la cabeza, Marina (Angeline Moncayo). Lo que no imagina, es que sus pecados del pasado y del presente se unen para destruirlo y llevarlo a punto del suicidio. Y es que Marina es nada más y nada menos que una transexual.
El carácter sexual de Martín Acero es lo mejor de la historia porque si bien es posesivo e inspirador con las mujeres, siente una tremenda repulsión por “lo aberrante y repulsivo” que le inspira los tipos “enfermos” como él, llama, a los homosexuales o los sujetos que optan por cambiarse de sexo. Es allí donde aflora el talento de Varoni en presentar esa ambigüedad que existe en su personaje, entre lo machista a lo homofóbico. La historia de Marina crea interés sobretodo por saber como reaccionará Martín ante “tan terrible secreto”. Por cierto, el final de Marina es muy logrado y recuerda mucho el final de Marisela y Fernando en “Amor en silencio” (Televisa-1988). Claro está, sin el aparatoso y exagerado melodrama que le imprimieron los guionistas a la muerte de ambos personajes en dicha producción y que impactó de sobremanera en muchas partes de nuestro continente.
Pero si la historia de Marina agrada, la que corresponde a Horacio García, (Carlos Camacho) y su amor gay hacia Christian Acero (Ezequiel Montalt) es sobresaliente y es que pocas veces (y en eso ha acertado Telemundo por innovar el género), un amor gay es tan sentido como el protagonizado por estos dos actores gracias a una ingeniosa trama que no cae en aparatosos y exagerados chillidos gays porque la historia de amor entre estos dos hombres se da a través de miradas y sensaciones que traspasan la pantalla tan seriamente tratada que interesa y que permite llegar a la conclusión que es una de las mejores historias de amor que hayamos visto entre dos personas del mismo sexo dentro del mundo de las telenovelas.
IMNOVACIONES IMPORTANTES
Lo cierto es que la continuidad de las producciones de Telemundo permite observar que ha logrado, más allá de sus decorados y su elenco internacional, haber innovado el género novelero aportando personajes paralelos cuyos conflictos dentro de sus historias de amor han permitido “modernizar” un poco los guiones telenoveleros unido también al hecho de presentar sus temas musicales en ritmos modernos dejando de lado las clásicas baladas románticas.
Dentro de elenco, aparte de Miguel Varoni, destaca Karla Monroig quien se luce como Virginia Dávila, muy sobria en su rol, destacando por su belleza e intelecto ante las cámaras. Gran labor.
“Más sabe el diablo” no fue del todo bien recibido, pero dejó importantes innovaciones que destacar. Con todo, sus mejores momentos lo constituyó precisamente cuando se apartaba de la historia de amor de los protagonistas para presentarnos temas paralelos tan seriamente tratados que gustaban e interesaban.
(*) rmanrique@elinformanteperu.com
Comentarios
saludos desde Nueva York..