AMORES VERDADEROS: EFICIENTE PRODUCCIÓN MEXICANA, AUNQUE LEJANA A LA VERSIÓN ORIGINAL
Lima, 31 Julio 2013, (Por: Richard Manrique Torralva / El Informante Perú).- Culmina en el cable la telenovela "Amores verdaderos" cuya emisión en señal abierta, tanto en México como en el Perú, ya culminó y que merece un breve repaso por ser finalmente una eficiente producción aunque lejano al de su par original.
Amores verdaderos es una telenovela mexicana producida por Nicandro Díaz para Televisa. Es una readaptación de la telenovela argentina Amor en custodia, (Telefé-2005), creación original de los argentinos Marcela Citterio y Enrique Estevanez, también adaptada en Colombia por RCN Televisión en 2009 y en México por TV Azteca en 2005.
LA HISTORIA
Victoria Balvanera (Erika Buenfil) es directora creativa de Meta Imagen Internacional, la agencia de publicidad más importante del país, sin embargo no es feliz, ya que Victoria fue obligada a casarse con Nelson Brizz, (Guillermo Capetillo) por su padre, Aníbal Balvanera, (Enrique Rocha).
El ser una mujer tan exitosa le ha traído como consecuencia ser blanco de atentados y es durante un suceso de estos que conoce a José Ángel Arriaga (bien Eduardo Yáñez), un hombre del campo, sencillo, quien acude a la Hacienda de los Balvanera a solicitar el trabajo de capataz cuando un comando de criminales irrumpe en su propiedad con el fin de secuestrarla. Por sus conocimientos de Aikido, Arriaga logra salvar a Victoria.
También Nelson, esposo de Victoria, quien es gerente de comercialización de la agencia de publicidad de la familia Balvanera, conoce a la bella top model, Kendra Ferreti (exquisita Marjorie de Sousa) e inicia un romance con ella.
Por su parte, Nikki (Eiza Gonzáles), la hija de Victoria y Nelson, es una joven consentida, caprichosa y voluble. Ella padece un gran sufrimiento interno que lo manifiesta a través de la bulimia, pues a pesar de poseer materialmente todo, se siente abandonada por sus padres, quienes todo el tiempo están trabajando.
Victoria se preocupa también por la seguridad de su hija y contrata a Francisco Guzmán (un buen trabajo de Sebastián Rulli) como escolta de Nikki, quien inicialmente, lo rechaza, pero conforme pasa el tiempo se va enamorando de él.
Por otro lado, Liliana (Sherlyn), la hija de Arriaga, llega a trabajar a la mansión de los Balvanera y se enamora perdidamente de Guzmán, lo que provoca grandes enfrentamientos con Nikki por el amor del escolta.
Mientras tanto, Victoria y José Ángel luchan todo el tiempo por no demostrarse su amor, pues ambos son casados. Mientras, Nikki y Liliana pelearán por el amor de Guzmán, sin saber que una serie de sucesos inesperados hacen que sus vidas tengan un giro inesperado.
ATRACTIVA HISTORIA ORIGINAL
La verdad que Amor en custodia es una de las producciones más recordadas para los amantes del mundo de las telenovelas y es que, pocas veces, un rol protagónico era tan eficientemente mostrado por lo sexual y candente de sus escenas tanto en los besos como en las miradas que "eran puro fuego" en cada parlamento entre sus dos grandes protagonistas (Osvaldo Laport y Soledad Silveyra). Es importante mencionar que a nivel internacional si bien la telenovela original fue vista en muchas partes del mundo, no alcanza el rótulo de "clásico" por no haber sido un éxito masivo en los muchos países donde se vio esta historia. Ni que decir la versión de TV Azteca cuya sintonía fue favorable a nivel local, ni mucho menos la versión colombiana que resulta la menos atractiva de las que se han podido observar, hasta el momento.
Esto, no le quita el gran mérito que tiene el guión original argentino y el por qué su historia es una de las más sólidas y atractivas dentro del mundo de las telenovelas. No en vano muchas han sido las cadenas televisivas que han comprado los derechos de transmisión gracias a su buen argumento que, bien dirigido, atrapa de inmediato. Por supuesto que el mérito se lo lleva la dupla autoral compuesta por Marcela Citterio y Enrique Estevanez.
Este redactor recuerda que la “Solita” Silveyra, en su versión original, casi "desvestía" a su compañero de reparto y eso no solamente atraía sino que era el complemento perfecto para que la historia funcione y atrape. Además el incorporarle algunas palabras "de grueso calibre" (lisuras) le daba un mayor realismo a la trama. La Silveyra cerró, ese año, un ciclo importante dentro de su gran trayectoria en el mundo de la actuación bonaerense.
Sin duda, su historia interesaba desde el principio. A pesar que, Solita fue de menos a más. Recuerden que su apariencia no era del agrado de muchos por el aspecto que lucía. Sus grandes anteojos recordaban aquellos que lucía, Enrique Álvarez Félix en los primeros capítulos de Colorina, (Televisa, 1981), y que desmejoraba la apariencia del actor. Igual sucedía con la Silveyra. No obstante, con el correr de los capítulos, el desarrollo de la historia y la sola presencia de la actriz en las escenas dramáticas y en las de alcoba, eran más que suficiente para gustar al público, producto de la gran química con Laport quien también, ya entrado en años, tampoco desentonó en lo absoluto.
Laport y Solita demostraron, durante esos años, ser una de las parejas más fuertes de la televisión argentina por sus roles compartidos entre 1999 y el 2005.
Ya antes lo habíamos visto en "Campeones de la vida", donde el actor uruguayo interpretaba a un boxeador y la argentina era una docente de escuela primaria. Un romance con mucho feeling incluido.
Años después, dada la pasión que despertaba la dupla, los productores bonaerenses volvieron a apostar por esta química actoral para "Amor en custodia" (Telefé). El custodio y su jefa se enamoran perdidamente y sortean todos los obstáculos para vivir su historia de amor; una historia en la que las escenas “hot” entre Laport y Silveyra eran de lo más osadas para ese tiempo.
Es que, de todos los amores televisivos de 2005, el único destinado a perdurar en la memoria de los televidentes argentinos, fueron el de Paz y Juan Manuel. La historia respeta los parámetros de un romance melodramático en la primera y segunda línea protagónica, y eso la hace más atractiva todavía. En cuanto a Laport y Solita en particular, hay que decir que brillan gracias a la química que los une y a las características que los convirtieron en populares y taquilleros. Él, mostrando sus músculos marcados de “macho viril” y ella, con ese cuerpo maduro aún con la pasión suficiente para ser el objeto del deseo del hombre que ama. Silveyra, sacó a relucir un oficio actoral con el que cuentan pocas actrices en actividad. Como Laport, Solita también mostró su belleza y su pasión hecho fuego. Y juntos la exhibieron cuando llegó el capítulo del primer encuentro sexual.
Pese a todo "Amor en custodia" fue una gran telenovela llena de muchos matices y objeto de análisis y debate para aquellos que seguimos a las telenovelas de siempre. Pese a ser un éxito local argentino, el buen argumento sigue siendo adquirido por muchos productores televisivos.
Así tuvimos una versión colombiana y otra mexicana con casi nula aceptación a nivel internacional.
Ahora bien, el hecho de no ser un clásico, no le quita su mérito y es un buen preámbulo para comentar esta producción mexicana. Un producto que difiere en algo a su par original que cumplió con el objetivo de entretener y, por qué no, complacer a sus seguidores gracias a su atrapante historia.
EFICIENTE PRODUCCIÓN MEXICANA
Pues bien, empecemos entonces con esta versión producida por Nicandro Díaz para Televisa. La producción mexicana mantiene esa acción y suspenso que permite que el espectador se mantenga pegado al televisor a la par que cuenta con un elenco actoral que, por lo general, no defrauda.
No obstante la historia va de menos a más, con un inicio que parecía poco prometedor como el momento que Arriaga salva a Victoria. Aquí, Díaz demuestra su poco estilo en las escenas de acción. Y es que, tal como anteriormente observáramos en "Mañana es para siempre" o en "Soy tu dueña". Díaz no logra convencernos con su, dizque, aparatosas escenas a la par que Yáñez no es precisamente un actor con las características que se requiere para convencernos que puede con varios hombres a la vez. A diferencia de las anteriores telenovelas del productor, las escenas aquí son demasiado simplistas donde prevalecen las pausas que dejan un nulo efecto que demuestra que lo coreografiado de la secuencia no es más que un momento exagerado y sin ese efectivo golpe de audacia que cause interés y aceptación.
Por otro lado, la escena en el centro comercial no es eficaz, ni siquiera jocoso, porque Yáñez será un buen actor, pero no está para mostrarlo casi desnudo corriendo por todas las tiendas en busca de su “señora” Victoria. Recordemos que Arriaga persigue a unos sujetos que secuestraron a su jefa (Buenfil) a lo largo y ancho de un centro comercial en calzones, lo que resulta forzado y hasta ridículo.
De lejos Oswaldo Laport si le sacaría provecho a estos momentos de tensión y humor. Uno recuerda también a Christian Meier (La Tormenta, Telemundo, 2007) mostrándose desnudo, como Dios lo trajo al mundo, en una escena parecida pero más efectiva, que la mostrada por Yáñez.
Eso sí, el que Díaz haya apostado por Erika Buenfil parece acertado porque al final la historia requería de un persona con la edad que el personaje requería. Si la Buenfil desentona en los primeros capítulos es porque los televidentes estamos más acostumbrados a observar a una joven intérprete como la heroína de la historia. Recuerden que esta historia originalmente es un protagónico para una pareja. La inclusión de la otra pareja, segunda en importancia, en la preferencia del público es porque su historia crece en interés y eso permite que cadenas que adquirieron los derechos de producción, en este caso, Televisa, llena de actores con trayectoria, pueda incluir a actores con la calidad suficiente como para “competir” con la pareja protagónica. Lo cierto es que si no hubiera sido la Buenfil, la responsabilidad hubiera caído en Victoria Ruffo o alguna actriz con la edad que el guión exigía. Lamentablemente ninguna de las actrices mexicanas cuenta con las características y el estilo interpretativo de la Solita Silveyra, con justicia, la mejor intérprete de esta historia. Tal vez, Maribel Guardia podría haber tenido estas características, pero dudamos que la televisión mexicana sea tan audaz como su par argentino para atreverse a mostrar aquellos “detalles” tan propios dentro del personaje que creó Marcela Citterio y Enrique Estevanez.
Pues bien, Buenfil comienza de menos a más con su interpretación. El contar con un rostro demasiado desencajado no la ayuda en nada. Se ve cansada, algo demacrada y descuidada pero con el transcurrir de los capítulos cuando el guión toma fuerza su personaje crece. Es que, tanto ella como Yáñez terminan consolidándose por su experiencia ante cámaras. Claro, también es cierto que Erika se apoya en el carisma que proyecta Yáñez como galán y que ayuda mucho para que su compañera crezca con él en los protagónicos. Yáñez puede parecer ridículo y torpe, pero sabe entregarse a su papel. Tiene ese don innato para convencernos que ama con locura a su pareja y eso, aquí, es más que suficiente.
Por su parte, la pareja Eiza Gonzáles-Sebastián Rulli encanta por la experiencia de él, en este tipo de producciones, a la par que luce bien como guardaespaldas y pareja de la hija de Victoria. Incluso superior al de otras producciones. Rulli, ha tenido un progreso actoral notable en los últimos años y es uno de los galanes indiscutibles en la televisión mexicana.
Si la historia agrada es por la buena combinación de suspenso y drama que permiten que los diálogos y escenas complazcan. Es destacable la actuación de Marjorie de Souza quien luce exquisita y es una perfecta villana. Sabe sacar provecho de su sensualidad y belleza y es que combina eficientemente erotismo y maldad a la perfección. Por su parte, Enrique Rocha luce solvente como villano. Un gran actor que se siente muy a gusto en papeles de este tipo. Lo cierto que el casting no desentona donde algunos lucen perfectos en su rol. Nombres como el de Francisco Gattorno, Monika Sánchez, Sherlyn, Susana González y la siempre bella Natalia Esperón lucen efectivos.
El final complace porque su efectivismo es mesurado sin apasionamientos demás. La combinación de drama-romance-comedia rinde los resultados deseados. La trampa de 'Salsero' a 'Kendra Ferreti', además la forma como 'Arriaga' pierde y luego recupera la vista de forma 'milagrosa', que recuerda el desenlace final de los diversos protagonistas de "Esmeralda", son muy buenos a la par del final de los villanos. Por lo menos esta vez, Nicandro Díaz no recurrió al archivo de sus novelas anteriores y ofrece muertes diferentes para sus personajes antagónicos. El trágico final de 'Kendra Ferreti' atacada y despedazada por unos lobos además de la llegada de 'Aníbal Balvanera' a México, después de seis años de ser buscado por las autoridades, siendo extraditado a México y recibido por sus hijas, quienes se sorprenden al ver que tiene grabada la palabra 'Puerco' en la frente, lucen diferentes y efectivos.
Con todo, “Amores verdaderos” ya tiene el rótulo de Televisa y eso la hace exportable. No ha sido un éxito en Perú, pero tampoco pasa desapercibida. La historia de Kary Fajer resultó ágil dentro de su narrativa y con una producción de alto nivel, con los elementos necesarios para encantar. Para nuestro gusto aceptable, aunque sin llegar a la calidad que tenía la versión argentina que, por muchos motivos, siempre quedará en la mente de los amantes de las telenovelas de siempre.
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Comentarios
Conclusión:
AEC = Soledad Silveyra y Osvaldo Laport
AEC (TVAZT) = ANDRES PALACIOS Y PAOLA NUÑEZ
AV = MARJORIE DE SOUZA