EL ZORRO CABALGA DESPACIO
NOTA DEL EDITOR: Muchas gracias por sus comentarios (favorables o negativos) en torno a este comentario que ha sido difundido en portales, diarios y foros de todo el mundo. Nuestro blog recién ha sido creado y al igual que El Informante (cuyo nombre tomado por nosotros en el 2003, ahora "se pasea" en otras web y diarios que han tomado ese mismo nombre para sus productos en todo el mundo), esperemos también que sirva de consulta y opinión para todos ustedes que gustan de este tipo de historias. Reproducimos algo tarde este artículo de Richard Manrique que nació en El Informante y para el que no lo haya leído tenga la oportunidad de leerlo y dar su opinión al respecto. Ya “el período de prueba” de "Simplemente novelas" va llegando a su final así que pronto junto a la nueva imagen de El Informante (www.elinformanteperu.com) estaremos lanzándola oficialmente.
Lima, 21 Junio 2007, Richard Manrique / El Informante.- El Zorro cabalga todas las noches por las pantallas de televisión de varios países del mundo, no obstante su paso, hasta el momento, no ha sido del todo exitoso.
Aquí en nuestro país nos encontramos casi ya en la mitad de los episodios de “Zorro, la espada y la rosa”, una telenovela coproducida por Telemundo, RTI y Sony Picture que tiene en los roles estelares a Christian Meier y Marlene Favela además de toda una constelación de talentosos actores.
A no dudar que la historia del Zorro ha sido una de las más rentables tanto para el cine como para la televisión. Por años las antiguas y nuevas generaciones han gozado con el enmascarado negro que ayudaba a los más necesitados en aquellos tormentosos días de la colonia, allá en la California del siglo XIX colonizada por los españoles.
Hemos visto a lo largo de los años innumerables versiones donde el héroe del antifaz fue encarnado desde 1920 por la estrella hollywoodense, Douglas Fairbanks, pasando por Tyrone Power (1940), el francés Alain Delon (1975) y las más reciente y célebre, la de Antonio Banderas en el 2005. Muchos recordamos inclusive la versión televisiva que hiciera tan popular a Guy Williams que luego aumentó su popularidad formando parte de la querida serie “Perdidos en el espacio”. Pues bien, ahora toca el turno a Christian Meier quien protagoniza esta novela basada en el famoso personaje de “Diego de la Vega”.
"Zorro: La Espada y la Rosa" nos presenta las aventuras de este legendario héroe, cuyo verdadero nombre es Diego de la Vega (aceptable Christian Meier), un hombre culto, refinado y rico. Pero lo que pocos saben es que Diego también es un misterioso personaje que viste de negro y protege a los menos afortunados; un héroe a quien todos conocen como "El Zorro".
La historia se desencadena cuando Diego de la Vega, hijo del militar Alejandro de la Vega (bien Osvaldo Ríos) conoce a la encantadora Esmeralda (irregular Marlene Favela), la hija menor del peligroso y temido Fernando Sánchez de Moncada (excelente Arturo Peniche) quien no olvida su amor por María Pía (excelente Andrea Montenegro).
Esmeralda es una joven de personalidad fuerte e irreverente, que se comporta de una manera poco apropiada para una señorita de su clase. Esmeralda le robará el corazón a Diego sin, al principio, llegar a corresponderle, ya que ella se encuentra perdidamente enamorada del misterioso personaje al que conoció en extrañas condiciones y que vistiendo de negro se hace llamar "El Zorro". Lastima que su hermanastra Mariángel Sánchez de Moncada (Andrea López) y El Capitán Ricardo Montero (excelente Harry Geithner) se crucen en sus vidas en medio de un complot político que perjudicará el gran amor que se tienen.
La historia es una adaptación que pertenece a Kiko Olivieri destacado profesional colombiano de quien ya hemos observado sus buenos trabajos. La última de ellas fue “La Tormenta”.
Pues bien llegamos a una producción que derrocha buenos recursos técnicos y una ambientación acorde con el producto presentado. Es una telenovela filmada en Alta Definición que por lo demás le da ese sabor a leyenda y misterio que realza esos momentos turbulentos de conquista y poder. Eso sí el producto digital en que se filma esta historia augura un futuro mejor para este tipo de producciones. Sería bueno que uno de los socios de esta empresa televisiva, Televisa, repare en ello y produzca nuevamente "Yesenia" aquella inolvidable historia bien llevada por Fanny Cano y que años más tarde fue realizada nuevamente en forma desastrosa y estelarizada por una bisoña Adela Noriega.
La trama intenta presentar a un personaje de leyenda envuelto en una historia de amor, aquí se deja de lado las aventuras propias de este héroe enmascarado para introducirlo al mundo de las telenovelas rosas. Olivieri olvida que el Zorro está considerado como un super héroe, tan igual que otros personajes de la Marvel o la Warner, el hecho que el Zorro forme parte del pasado (siglo XIX) no quiere decir que “sus logros” y “sus proezas” no lo hayan encumbrado a la categoría que hoy ostenta.
Sin embargo Olivieri, por razones obvias, deja de lado la aventura y lo convierte en un personaje enamorado, dubitativo y hasta, por momentos, taciturno, envuelto en sus propios tormentos, sin saber que hacer ni adonde ir, pasmado e imposibilitado de actuar porque su libretista lo convierte en cualquier galancete de novela rosa y no en lo que realmente es.
Atrás quedaron las peleas a espada limpia, las audacias del enmascarado al escaparse de sus captores, la “Z” marcada a sus enemigos. Todo queda de lado simplemente porque este Zorro moderno es telenovelero.
Por ello luego de los brillos de los primeros capítulos la trama comienza a decaer, se vuelve lenta y monótona, pues muestra un Zorro impostado, deja de lado algo tan característico en él, su picardía y astucia además de esa pasión por las mujeres y el buen vino que hacían ocultar su verdadera identidad, para entregarse “embobado” ante una gitana, que para colmo imposta un amor profundo. Nuestro Zorro moderno se olvida de lo que realmente representa, “el salvador de los desposeídos”.
Claro, estamos ante una coproducción que opta por el camino más fácil, el mostrar arrumacos empalagosos que gustan a las mayorías y con ello pretenden asegurar audiencia.
No obstante si la historia tiene sus adeptos es por el elenco multiestelar que tiene y por las historias paralelas que en ella se desarrollan (en ello acierta Olivieri).
Christian Meier mantiene su estilo al actuar, no tiene que aportar más allá de lo que el guión requiere. Simplemente se recicla dentro de este tipo de personaje sin subrayar ningún acento ni rasgo étnico. Sin duda este rol es provechoso para Meier que ya encabeza el reparto protagónico. Recordemos que hasta ahora solo un actor peruano encabezó un reparto en el extranjero, ese fue Ricardo Blume en “Mundo de juguete”. Meier ya lo consiguió y a pesar que su actuación no es del todo extraordinaria, esta producción es un tremendo paso en su carrera.
En cuanto a Marlene Favela, bella y talentosa, pero en un rol que definitivamente no es para ella, aporta belleza pero nada más, no hay expresión escénica e imposta en varios pasajes lo que ocasiona que los espectadores no se compenetren con esta pareja. Marlene no está para interpretar a una gitana. Que lejos resulta observar a actrices interpretando magistralmente a gitanas como Fanny Cano y Jacqueline Andere en “Yesenia” (Tanto la versión televisiva como la que se hizo para el cine) o a Rebeca Gonzáles en la versión original de “Peregrina” en Venezuela. Aquí a pesar de los esfuerzos de Marlene, mandada al sacrificio por Televisa puesto que no cuenta con actores que saquen adelante este tipo de personajes, el papel le queda muy grande y eso se nota desde el momento en que baila como gitana y pretende mostrarse como dura e irreverente hasta cuando le toca escenificar “los tormentos por lo que tiene que vivir”. Por ello la historia central es de lo más irregular. Si no hubiera sido por la imposición de Televisa, tal vez, Paola Rey, lo hubiera hecho mejor, sino recuerden que el carácter que tiene su personaje en “Pasión de gavilanes” es parecido al personaje de Esmeralda, claro está con algunas características innatas que la actriz tiene y que hubiera sido el complemente ideal para el Zorro de Meier.
Pero en lo que si acierta Oliveri es en las historias paralelas donde se lucen Arturo Peniche y nuestra compatriota Andrea Montenegro, muy bien como María Pía de la Vega. Ahora en la plenitud de la madurez recordamos lo desperdiciada que estuvo Andrea en nuestro país victima de sus propios errores y de despistados productores que no le sacaron el jugo a esta bella actriz. Ahora Andrea demuestra que talento tiene y se luce junto a un veterano Arturo Peniche, tan bueno como galán que como cruel villano. Otras destacadas actuaciones son las de Harry Geithner como el cruel Capitán Ricardo Montero especialmente cuando se junta con Héctor Suárez Gomis como Pizarro. Noten el intercambio de miradas y la “competencia actoral” que se produce cuando ambos comparten escena.
La historia mantiene su irregularidad y sigue los mismos lineamientos, unos más otros menos, que “La Tormenta” (extremo padecimiento de la heroína hasta llegar al momento en que todas las historias se interrelacionen logrando, mediante el misterio que encierra la trama, que el espectador muestre “ese éxtasis” por saber la conclusión de la historia). Los villanos de Olivieri son esteriotipados, pretenden mostrarse como despiadados en extremos, sigue el concepto que este tipo de personajes centran la trama y deciden en el gusto de las mayorías, no obstante por la carencia de mejores efectos visuales, su historia por momentos decae.
Veremos como le va a esta producción más adelante. Eso sí, pronto observaremos a nuestro compatriota Javier Delgiudice tratando de arrebatarle el amor de María Pía a Fernando. Por lo demás “Zorro, la espada y la rosa” no pasa de ser una historia rosa de escasa consistencia. Veremos si eso cambia con el correr de los capítulos. Lástima porque el enmascarado negro merecía un mejor regreso.
Comentarios
Su nueva amiga...
Desde barcelona..
Atentamente.
Milagros Ochoa