FUEGO EN LA SANGRE: UNA BUENA HISTORIA DESPERDICIADA POR TELEVISA
Lima, 05 Enero 2009, (Richard Manrique Torralva / El Informante Perú).- Hace exactamente un año atrás escribíamos nuestra poca expectativa por la versión mexicana de “Las aguas mansas” aquella buena historia colombiana que tuvo su mejor versión en la clásica “Pasión de Gavilanes”. Y no porque ninguneemos a Televisa. Ya que, su calidad profesional, precedida por años de buenas producciones, está fuera de discusión, pero al observar su tan poco atractivo casting y el escuchar por la propia declaración del productor que “…se dejarán de lado las historias paralelas y se incidirá en la pareja protagónica…”, intuimos que ello iba al fracaso o a la irregularidad tan propia en las producciones mexicanas en los últimos años.
Dado todo el debate que se suscitó alrededor de nuestro primer artículo (en especial por las fans de Adela Noriega) es que ahora que el producto está terminado hacemos nuestro comentario respectivo.
“Fuego en la Sangre” es la historia de tres hermanos, Juan (Muy bien Eduardo Yáñez), Oscar (irregular Jorge Salinas) y Franco Reyes (bien Pablo Montero) que ante la tumba de su hermana Libia (Sherlyn), juran vengar su muerte. Libia muere en circunstancias extrañas.
Después de haber sido seducida por Bernardo Elizondo (Carlos Bracho). Para cumplir su juramento, se dirigen a la hacienda Elizondo, dispuestos a todo, consiguen trabajo en dicho lugar, con el fin de investigar quien es el responsable de la muerte de Libia. Es trabajando como conocen a las tres hijas de Gabriela (irregular Diana Bracho) y Bernardo Elizondo: Sofía (irregular Adela Noriega), Sarita (Nora Salinas) y Jimena (Muy bien Elizabeth Álvarez).
Dicho encuentro cambia el rumbo de la venganza de los Reyes, pues deciden, que en lugar de cometer un delito que los perjudique, mejor seducirán a las hermanas y luego las abandonarán para que vivan en carne propia el sufrimiento que tuviera Libia, antes de morir.
La telenovela constituye la tercera adaptación de la historia de Julio Jiménez cuya primera versión (1994) fue un éxito en Colombia aunque con regulares resultados en otros países. (En el Perú ni se vio la trama original). Pero la siguiente versión a cargo de la unión de Telemundo con RTI Colombia (2003) está considerada como un clásico de nuestros tiempos por el éxito masivo que tuvo en varios países, incluido el nuestro.
La adaptación de esta nueva versión, a cargo de Liliana Abud, tiene mucho de “Pasión de Gavilanes” que de “Las aguas mansas”. Lógicamente Televisa compró el guión de Jiménez pensando en el éxito que tuvo la versión de Telemundo y sobre esa base hace su propia adaptación.
La primera vez que tuvimos contacto con esta historia fue al observar “Pasión de Gavilanes” que en estas mismas páginas ya la habíamos comentado. Y dos fueron nuestros primeros recuerdos. Primero recordar “Hermanos Coraje” (Telesistemas Mexicanos- 1973). Una historia de Jeanette Clarke sumamente exitosa en el Perú (en un momento en que ya se sentía el retroceso de nuestras producciones locales) y que sorprendió su éxito porque su trama era un poco pesada para una época en que ya las historias sobre “el joven rico y la muchacha pobre” predominaba en el gusto popular al cien por ciento (el ansía por buscar el “dichoso” diamante por parte de Juan Coraje, consumía parte de los más de 80 capítulos y eso lo tornaba insoportable), a la vez que no había un amor “de telenovela” que pudiera convertirlo en “memorable” (la historia entre Lina y Jerónimo Coraje muchas veces sobrepasaba en atención a la que, se suponía, era la pareja central, como era el romance entre Clara y Juan Coraje). Pero con todo, la historia funcionó por el gran complemento actoral ahí presente y por la gran cantidad de “leyendas vivientes” de la actuación que ahí se encontraron y que reforzaron una historia tan propia de aquellas rancheras de los años 40 donde el argumento central es el amor entre el pistolero y la “muñequita” del campo.
Pasaron muchos años hasta que Argentina revivió esta historia en un desastroso remake protagonizado por Andrés García y Salvador Pineda (tal vez los más indicados, en esos momentos, en encarnar a los hermanos Coraje), pero la pose de divos de ambos y la poca consistencia del argumento lo echaron a perder. Ni que decir de la versión brasileña, poco conocido en muchos países donde ni siquiera se emitió.
Parecía que no volveríamos a encontrar otro argumento parecido. Claro antes ya Televisa había producido historias de ese tipo, pero sin el éxito que tuvieron las clásicas novelas rosa. De Televisa nosotros recordamos con agrado “La gloria y el infierno” (Televisa 1986) una historia diferente, fuerte y hasta desgarrada en la que se lucían Ofelia Medina y Héctor Bonilla. Pero nunca llegó esa historia de amor ranchero que atrapara a la teleaudiencia en el mundo entero. Hasta que apareció esta historia de Julio Jiménez cuya telenovela original difiere en mucho a la de sus “dos hermanas” que llegaron después. Recordemos que la trama originalmente está ubicada en Bogotá a finales de los años cuarenta y que difiere casi en su totalidad a lo que se produjo después. Cuando llegó “Pasión de Gavilanes” es donde se convierte en un clásico indiscutible de este nuevo siglo (Para este redactor la historia de Telemundo es una de las mejores producidas en estos últimos tiempos junto a la versión de “Rubí” protagonizada por la bella Bárbara Mori que, a pesar de no ser mexicana, tuvo mejor suerte que Silvia Navarro cuyo debut en Televisa ha resultado de lo más intrascendente en la que se supone es su “gran estelar”, pero a la que se le relega por darle la totalidad del crédito a Lucero que sin tener una descollante interpretación destaca más en “Mañana es para siempre”, pero eso es otra historia que comentaremos pronto).
Finalmente, en segundo lugar, algo que se nos vino a la mente era pensar que “Pasión de Gavilanes” indiscutiblemente tenía que tener su versión mexicana. Y es que la trama concebida por Telemundo tenía como base aquellas historias charras de los años cuarenta, donde los ranchos, el romance nato, el tequila y sobretodo las canciones rancheras se prestaba para que Televisa produzca una historia que haga soñar y embobar a los que mayoritariamente prefieren este tipo de producciones. Recordemos que si bien “Los hermanos Coraje” fue un éxito, tuvo que llegar “Pasión de gavilanes” para que la trama se centre en una historia de amor inusual para este genero (tres hermanos que se enamoran de tres hermanas) y con ello convertirlo en un clásico.
No obstante el resultado fue diferente en México porque Liliana Abud (guionista) y Salvador Mejía (productor), al parecer, se preocuparon más de la competencia interna que tienen con Azteca Televisión, olvidando al sector internacional. Aunque claro Televisa se puede dar “esos lujos”, a estas alturas porque, obviamente, debían preocuparse por el bajo rating que dejo en México su anterior producción llamada “Pasión (Televisa 2007) y sacrificaron una historia que pudo convertirse en un clásico internacional para ellos y que no paso de ser un mero producto localista soso y poco atractivo.
Es que, primero que nada, la historia de los hermanos Reyes se convirtió en la historia de Juan Reyes ya que, inexplicablemente, se condiciona la trama y se centra en una sola parejita protagónica que nunca alzó vuelo, a pesar de lo bien que está actuando Eduardo Yáñez. Recordemos que la historia está trazada para presentar una “gran historia de amor entre 3 hermanos que se enamoran de 3 hermanas”. Como decíamos, líneas arriba, algo poco visto dentro del mundo de las telenovelas. Solamente Julio Miguel Rondón en Venezuela con “Amazonas” (Venevisión-1984) se animó a escribir algo parecido.
Aquí Mejía y Abud conciben una historia que centre su atención en Sofía y Juan y que sean ellos quienes lleven todo el peso protagónico con lo que destroza el guión. En esta versión charra ni Franco ni Oscar Reyes tienen mayor trascendencia. Están casi imposibilitados de actuar, todo porque la libretista y el productor así lo concibieron. Por ello, la trama comienza a desdibujarse, y en su sed de sintonía comienzan a “experimentar” dentro del guión presentando una serie de personajes que entran y salen sin aportar en nada a la historia. Primero se realiza un retroceso hacia la vida familiar de los Reyes con lo que la telenovela muchas veces se aparta de la idea central convirtiéndolo en algo poco interesante. Para mala suerte, Ninel Conde se retira de la telenovela y su personaje es sacado de la historia que originalmente era un personaje importante dentro de la telenovela y no encuentran mejor “alternativa” que haciéndola “revivir” mediante sueños con el malo útil de Fernando (Guillermo García Cantú) que comienza bien, pero luego se desdibuja completamente.
Con esta producción se observa una de las costumbres que tiene Televisa y sus profesionales que siempre apelan a lo mismo. Y claro, porque eso les ha dado éxito y es lo más fácil a seguir. Es la concepción que tienen de la telenovela como producto. Aquí, los personajes tienen los mismos estereotipos que la gran mayoría de sus producciones, los malos son muy perversos y los buenos derrochan una bondad excesiva que casi llegan a la estupidez, (por ejemplo el padrecito interpretado por René Casados puesto por Liliana Abud que nunca aparece en las dos versiones anteriores). Aunque olvidan que es el guión el que finalmente puede decidir el destino de la producción por más que nos muestren dentro de la telenovela a toda su plana de grandes figuras del espectáculo mexicano.
“Fuego en la sangre” tenía en la historia de Jiménez, todo para convertirse en suceso indiscutible. Porque la trama estaba pensada en algo que lamentablemente no tenemos los latinoamericanos. Y eso es aquel “paraíso terrenal” que significa el folklore mexicano y sus costumbres rancheras. En muchos países todavía queremos y admiramos las viejas películas de Pedro Infante y Jorge Negrete, ídolos indiscutibles que montados a caballo, a punta de balazos o golpes, se llevaban a la bella muchachita de la hacienda. Porque si Mejía nos brindó burdas fantasías, la cosa tenía que ir completa. No necesitaba de tanto actor sino darle, por ejemplo mayor protagonismo a Pablo Montero, dejar viva a Rosario reemplazándola por otra actriz y haber empezado mucho antes con Ruth Uribe (muy bien Susana Zabaleta). Porque, francamente, lo demás es para llorar.
Convierten al pobre abuelito de las Elizondo (Joaquín Cordero) en un niño grande, casi un débil mental que parece casi una proeza que sea él quien encuentre solución a los muchos problemas de la familia. Como extrañamos al gran Jorge Cao quien logró una gran caracterización de “don Agustín” en la versión de Telemundo. Nosotros siempre pensamos que ese rol estaba hecho para el gran Andrés Soler, notable actor mexicano de los años cuarenta, ya desaparecido, quien sería el actor ideal para interpretar al abuelito de las Elizondo. Un “macho” de antaño que no había perdido el gusto por las mujeres y el buen vino a pesar de estar postrado en su silla de ruedas. Pero claro Abud convierte en esta versión charra a “don Agustín” en un “niño viejo” cuya desgracia es por obra y gracia de doña Gabriela que se transforma en “la mala más mala de la historia” (¿?), pero que desgraciadamente sus maldades no provocan odio sino desazón porque Diana Bracho es una buena actriz, pero nada puede hacer por demostrar sus dotes histriónicas porque el guión no le permite desenvolverse ni lograr sacar algo de su gran “cosecha personal”. Es que Abud la convierte en un ser reprimido cuyo mayor valor es irse a la cama con Fernando, en donde, para colmo, ello se produce en los cinco primeros capítulos de la historia con lo que quita interés por algo que en “Pasión de Gavilanes” y en la misma “Aguas mansas” recién vimos con sorpresa e interés a mediados de la telenovela dando paso a que ella pase de despiadada a mala convirtiendo ese interés en curiosidad por saber cual será el siguiente paso de Gabriela y si será capaz de seguir traicionando a sus hijas.
Por otro lado, dentro del grupo de actores sobresale Eduardo Yáñez que luce muy bien en su rol mientras Elizabeth Álvarez no nos deja extrañar a Paola Rey (Jimena en la versión de Telemundo), ya que felizmente Abud mantiene las características de dicho personaje y ello permite la desenvoltura de esta joven actriz que ya merece un estelar en Televisa, sobretodo, ahora que dicha empresa esta huérfana de galanes y primeras actrices.
Es que viendo lo pasado y presente, concluimos que Televisa adolece de primeras figuras. Ya las figuras de los ochenta y noventa bordean los treinta y cuarenta años y urgen de nuevos valores que reemplacen a indiscutibles figuras, que a pesar del tiempo, a veces se consagran y sobrepasan a las nuevas estrellitas, como es el caso de, por ejemplo, “En nombre del amor”, donde las Laura Flores, Victoria Ruffo, Leticia Calderón, Arturo Peniche, Alfredo Adame y hasta Víctor Cámara (que a pesar de ser venezolano, conserva su porte de galán) le dan una lección a “las nuevas figuritas” mexicanas que estelarizan dicha producción con irregulares resultados y que ya comentaremos en su momento.
Sin embargo aquí no hay mucho que discutir del elenco, que hace lo que puede, a pesar que, por ejemplo, en muchas tomas se nota que Adela Noriega ya no está para ser de muchachita angelical. Pero con todo, es la historia misma la que malogra esta producción, un guión mal ideado y pobremente enfocado que por buscar "diferencias y sintonía" malograron una historia que tranquilamente pudo ser bien estructurado porque, a pesar, de ser escrito originalmente por un extranjero (colombiano). Con el tiempo y ya con “Pasión de Gavilanes” que se convirtió en una historia ranchera, que pasó a formar parte del costumbrismo mexicano. Ese que tanto gustamos muchos en varias partes de latinoamérica. Porque, a pesar de los años, todavía estamos compenetrados con Pedro Infante, Luis Aguilar, Jorge Negrete quienes llevan en “su córcel negro” a una Gloria Marín, Silvia Pinal, y tantas grandes del cine mexicano.
Es por ello que siempre dentro de una historia extranjera, sea colombiana, peruana, argentina o venezolana existirá dentro de un guión algo del sentir mexicano porque, quiéranlo o no, hemos hecho suyo ese romance, esas borracheras, esos golpes y sobretodo esas canciones rancheras inmortales que aquí en “Fuego en la sangre” ni siquiera se tomaron la molestia de crear un soundtrack más acorde con la telenovela porque, solamente el tema principal, “para siempre” interpretado por Vicente Fernández, es la mejor canción escuchada. El resto de temas, son irrelevantes, encima algunos muy antiguos y poco inspirados, a pesar que Pablo Montero se defiende como cantante.
Como nos seguirá gustando a los latinoamericanos ese sentir mexicano que ya Colombia ha producido “La hija del mariachi” (RCN-2006) que recién se pasa en el Perú, pero cuya producción está tan bien realizada, que en nada desmejora el poco atractivo actoral que allí se presenta. En nada comparado con el catalogo de actores que tiene Televisa. Pero que sin tanta “pose e imagen” esa producción es mucho mejor que “Fuego en la sangre” y que tranquilamente puede ser adaptada en poco tiempo por Televisa. Desde ya proponemos a Pablo Montero y a Lucero porque ambos tienen experiencia actoral y sobretodo cantan. Algo que en la original colombiana, los actores utilizan el playback respectivo de otros cantantes porque ellos no cantan ni "pío", pero por lo bien producido y lo interesante de su historia, poco importa eso. Desde ya pensamos que “La hija del mariachi” debe ser adquirida por Televisa a no ser que ya lo tenga Telemundo. Eso sí, esperemos que no sea tan desastrosamente producida como esta versión que no pasó de regular para abajo. Aunque por allí reciba uno que otro “premio” que siempre está a la orden del día con sus intereses respectivos. Con todo, “Fuego en la sangre” fue un producto meramente local y poco interesante que no caminó en el extranjero aunque haya tenido sintonía en su país de origen. Una pena.
www. elinformanteperu.com
(rmanrique@elinformanteperu.com)
Comentarios
Saludos desde Arequipa...Martha
Segundo, Usted indica que Pablo Montero tuvo buena actuación al igual que Yañéz y ¿donde deja a Salinas?
Tercero, critica a las estrellas que por tener 30 o 40 años no están para heroínas..Señor, hay muchas actrices que teniendo mayor edad se consolidaron interpretando a quinceañeras o muchachitas de veinte...
Finalmente Fuego en la sangre tuvo lo que la guionista le dio y eso fue bien recibido en México. Con eso se da por descontado que la telenovela sea éxito. El hecho que no sea bien recibida en el extranjero es algo relativo...
Por último, su apreciación sobre Silvia Navarro y sobre la telenovela En nombre del amor, las comparto plenamente y creo que es lo más trascendente de su comentario...
Gracias...Lupe..México DF
Como seguidor (cada vez menos asiduo por la mala calidad) de las telenovelas que produce Televisa en mi país (México) y como estudiante de la carrera de Comunicación, me ha sido verdaderamente gratificante leer el artículo que escribió sobre la telenovela Fuego en la Sangre.
Más allá del contenido del texto, la forma que utiliza en el mismo para llevar al lector me ha parecido maravillosa ya que capta la atención de forma instantánea y no permite que el que lee se vaya sin terminar la página completa.
Sólo quiero decir gracias porque hoy tuve una excelente clase de redacción periodística de su parte sin que usted hubiera escrito ese artículo con tal intención. En verdad gracias.
Iván de Jesús Sánchez Mondragón - México
No quiero llegar a la historia, ya que yo vi "Fuego en la sangre", en especial por un actor (soy hombre, y porsi acaso no soy homosexual), el gran actor Guillermo García Cantú, que es el mejor actor de México a mi parecer, y que fue el que salvo la producción de Mejia, con sus excelentes actuaciones, a mi parecer fue un malo, pero que cayó muy bien a los televidentes, no estoy de acuerdo con lo que dices de Eduardo Yáñez, para mí fue una de las peores y más estupidas actuaciones, al igual que la de Diana Bracho y Adela Noriega (que por cierto se veía muy mal con ese peinado).
Tengo una queja, no hablaste nada de García Cantú en tu informe de "FUEGO EN LA SANGRE: UNA BUENA HISTORIA DESPERDICIADA POR TELEVISA", asì que me gustaría que hables de él, ya que como soy de Perú, y no he visto muchas de sus telenovelas, quisiera saber que te parece a ti su actuación en esta producciòn, si ha sido su mejor actuación, o si ha tenido mejores.
Un Saludo... Abel Enríquez - www.guillermogarciacantu.blogspot.com (Club De Fans de Guillermo García Cantú)
No nos molestaremos si pones cosas, como que "actuo mal", no somos como los fans de Adela Noriega, JaJa!
Muchas Gracias...
Desde Perù, Te saluda Abel Enrìquez, Felicitaciones!
Desde Asia City....