EL COLOR DE LA PASIÓN: INICIO IMPACTANTE Y FINAL DECOROSO
Lima, 01 Diciembre 2014, (Por: Richard Manrique Torralva / El Informante Perú).- América Televisión viene difundiendo en el horario de la tarde "El color de la pasión" una producción de Televisa que ya culminó en México, producida por Roberto Gómez Fernández y basada en una historia original escrita por José Cuauhtémoc Blanco y María del Carmen Peña. La historia es protagonizada por Esmeralda Pimentel y Erick Elías, con el regreso estelar a Televisa de Claudia Ramírez en el papel antagónico.
La historia se desarrolla en Puebla; en esta ciudad de ángeles, también se desatan los demonios en la vida de la prestigiosa y respetada familia Murillo, conformada por Adriana (Ariadne Díaz en buen papel), Magdalena (Ana Isabel Torre) y Rebeca (esplendida Michelle Renaud), huérfanas de padre y madre.
Adriana está casada con Alonso Gaxiola (muy bueno el debut de Horacio Pancheri), quien es dueño de una fábrica de Talavera. la pareja vive con las dos hermanas de Adriana. Tienen un matrimonio sólido, donde todo parece maravilloso, porque no se dan cuenta que Rebeca es una mujer caprichosa y retorcida, pero con la suficiente inteligencia para pasar frente a todos como un verdadero ángel; sólo Magdalena conoce los defectos de su hermana menor y sospecha sus intenciones.
Rebeca siempre ha estado secretamente enamorada de Alonso, y por ello envidia profundamente a Adriana; ese sentimiento se convierte en odio al enterarse que muy pronto su hermana se convertirá en madre. Por su parte, Magdalena vive una tragedia, pues su novio desaparece el día de su boda. Sin poder enfrentar la situación, se recluye en un convento.
Apenas unos días después de la partida de Magdalena a la capital, Alonso viaja al extranjero para cerrar un trato y exportar sus productos; en este periodo, el destino de Alonso y Adriana cambiará para siempre; ella sufre un accidente y sólo la bebé se salva. Luego de la tragedia, Alonso se aferra a su hija Lucía como único consuelo y Rebeca aprovecha la situación.
La historia avanza 24 años. Alonso (René Strickler) y Rebeca (impecable Claudia Ramírez) están casados. Ella se ha convertido en una verdadera madre para Lucía (Esmeralda Pimentel), y no sólo eso, también es la mejor esposa del mundo, es toda una dama. La pareja tiene una segunda hija, Nora (muy bien Ximena Romo), de 22 años; ella es frívola, caprichosa y manipuladora, igual que su madre.
Rebeca está llena de frustraciones, pues sabe que nunca tendrá el amor completo de Alonso, por lo que entabla relaciones extramaritales, pero sólo aumenta su soledad. Tras humillar a su amante en turno, éste se suicida y ella pretende retomar su vida como si nada hubiera pasado, sin embargo, no toma en cuenta que la familia de él, principalmente su hermano Marcelo (Erick Elías), querrán llegar al fondo del asunto.
Marcelo se traslada a Puebla y no tarda mucho en averiguar que en el seno de la familia Gaxiola Murillo descubrirá el secreto que hay detrás de la muerte de su hermano. En su afán de venganza, hábilmente se relaciona con ellos y, sin darse cuenta, se va enamorando de Lucía, quien primero lo rechaza y poco a poco lo va aceptando.
Las intrigas y problemas continúan, los malentendidos también; el pasado parece que regresa y envuelve al presente. Las tragedias son el pan de cada día en esta familia, donde lo oculto, como siempre sucede, va saliendo a la luz. Lucía parece muerta en vida, la posible felicidad ha partido sin un aparente rumbo. Una felicidad que sólo ella puede construir.
INICIO IMPACTANTE
"El color de la pasión" es una telenovela con cierto aire de suspenso y terror. Cuenta cómo se va tejiendo una maldición familiar en torno a la vida de tres hermanas con diferentes características, cuyo odio y maldad termina imponiéndose en el seno de este hogar y que se prolonga hasta una siguiente generación en la cual solo el amor los salvará de una desgracia mayor.
Roberto Gómez Fernández nos presenta una historia original de José Cuauhtémoc Blanco y María del Carmen Peña, exitosos escritores, a tomar en cuenta debido a clásicos ya realizados por esta pareja dentro del mundo de las telenovelas. A pesar de ser una nueva historia muchos la comparan con "Capricho" (Televisa-1993), regularona producción con algunas similitudes a esta historia (debe ser porque también fue escrita por el dúo Blanco-Peña); sin embargo observando esta producción, en su totalidad, no hay punto de comparación entre una y otra, salvo en algunos temas y perfil de ciertos personajes, pero nada más.
Gómez Fernández también incluye, esta vez, a un grupo de actores desconocidos a nivel internacional y los hace debutar llevando el peso inicial de la trama y no lo hacen mal. Todo lo contrario. Siguen estupendamente los lineamientos planteados por el guión. Recuerden que la historia se centra en los orígenes de una posible tragedia que llega a dos generaciones.
Los jóvenes a cargo del peso inicial de la telenovela sacan adelante una historia que promete. Una Ariadne Díaz, intensa y aceptable en su rol de esposa joven, una promesa llamada Horacio Pancheri personificando a Alonso Gaxiola Beltrán (joven) y una monumental Michelle Renaud como Rebeca Murillo (joven). Los jóvenes interpretan muy bien sus personajes y logran que nos interesemos por sus desventuras. Renaud está estupenda haciendo de mala y egoísta. Está excelente en este papel y cumple con entregar la posta a una también monumental Claudia Ramírez. Por cierto, observen como aquí ya se habla de “un sentimiento enfermo” debido a la atracción que siente el personaje de Renaud-Ramírez hacia Alonso (Pancheri- Strickler) quien ve a su cuñada como una hermanita o como un padre. Esto es parte del diálogo cumbre entre Adriana y Renaud, algo ya explorado con mayor profundidad en “La malquerida” (Televisa-2014).
Este redactor, tiene la idea que las jóvenes promesas que destacan positivamente en el papel de intrigantes villanas, así como de indefensas muchachitas, tienen las puertas abiertas para un futuro protagónico. Por eso se alegra que Michelle Renaud sea la protagonista de La sombra del pasado, telenovela que en el Perú, seguramente, veremos el próximo año. Además aquí en Simplemente Novelas la nominamos el años pasado como Revelación por "La Mujer del Vendaval" (Televisa-2013). Igual diremos del joven Pancheri quien se luce como galán y puede ser tomado en cuenta para un posible protagónico. Lo hace muy bien, tiene soltura escénica y carisma suficiente para que pueda ser un posible protagonista a tener en cuenta en las producciones de Televisa.
Cómo se lee, Gómez Fernández acierta con estos muchachos quienes ofrecen finalmente un empalme generacional de primera. Parecido al que observamos alguna vez en “Cuando me enamoro” (Televisa-2011). La escena del bebé en su cuna, enfocando su rostro, entre las cortinas del cuarto, para dar paso a la aparición de la joven Esmeralda Pimentel es muy buena; así como el plano abierto de Renaud subiendo las escaleras apareciendo posteriormente Claudia Ramírez, una toma excelente.
Estos jóvenes talentos unidos a un equipo de excelentes técnicos mostraron en apenas seis capítulos lo que eran capaces de realizar. Dejan para el final, la gran escena, la muerte de Adriana y el final de la participación de este buen grupo actoral que promete.
Con ello, ya Gómez Fernández convencía y lograba tener incondicionales adeptos a su producción que podía convertirse en atractiva. De hecho lo es, incluso en Perú ya llegó a un buen lugar de sintonía.
AUSTERA ESCENOGRAFÍA
El problema es que todo lo bueno se desdibuja posteriormente cuando la generación adulta hace su aparición conjuntamente con los jóvenes protagonistas y algunos desconocidos nóveles actores. Primero, los estelares no están a la altura de lo que uno esperaba. Más Erick Elías que Esmeralda Pimentel quien luce adorable, en algunas escenas, pero sucumbe cuando tiene que dramatizar. Además, hay momentos que se nota el exceso de texto para una escenografía demasiado austera unida a una deplorable fotografía.
Estaba claro que los protagonistas tenían que llevar el peso total de la historia ya contada brillantemente en sus primeros capítulos. Sin embargo, Elías no es el galán a tomar en cuenta y contagia a Pimentel en varias escenas cumbres. Además algunos personajes ya adultos no estaban a la altura de sus pares juveniles. Esto debido a que los personajes convertidos en maduros señores tenían un pasado, una justificación y una evolución que contar. Lamentablemente, a excepción de Claudia Ramírez. quien brilla en esta telenovela, los demás actores dejan mucho que desear. Se debió haber tenido más cuidado a la hora de seleccionar el reparto.
Es más, en varias escenas se siente ese tinte sombrío y pálido. Gómez Fernández creyó, que utilizar la misma escenografía que alguna vez tuvo en “Cadenas de Amargura” (Televisa-1990) le daría resultado. Lamentablemente, se equivocó rotundamente porque esa ausencia de un mejor decorado, más moderna llena de matices agradables y no de puras sombras, darían mejor resultado a varias secuencias desarrolladas dentro de una escenografía austera, pálida y sombría en medio de una abundancia de textos, lo cual da como resultado unos diálogos poco atractivos y muy escuetos.
No obstante a pesar que la telenovela sucumbía por eso, tiene también sus puntos altos cuando se muestra los asesinatos y muertes y se observa el desenvolvimiento actoral de actores con experiencia como René Strickler, Claudia Ramírez, Esmeralda Pimentel o Luis Gatica. Por ejemplo la muerte de Ricardo, brillantemente dirigido por Francisco Franco, una escena de primera y una de las muertes más impactantes. Ni que decir de la muerte de Alonso, la de Ligia o Federico. Y es que, lo mejor de esta producción son las dramáticas y sangrientas muertes de sus personajes, casi tan reales que impresionan. Con ello dejan un sabor de intriga en el televidente, ávido por saber que ocurrirá en el próximo capítulo.
Si ello ocurría con las muertes, ya el público esperaba el desenlace final que seguramente rompería los moldes. Lamentablemente un exceso de escenas, malogró ese final que debía culminar con la muerte de Nora. A pesar de ello, lo mejor llegó en los cinco minutos finales de la historia que encierra el concepto final de la trama creada por la dupla Blanco-Peña. Con esto, Gómez Fernández no necesitó de finales alternativos ni estrategias marketeras para presentarnos un final de antología. Esas almas paseando por aquella casa, puesta a la venta, es impactante. Y es que, a pesar que la regularona pareja protagónica cerrara la historia, lo mejor es ese final sombrío digno de cualquier telenovela de suspenso.
"El color de la pasión" tiene ciertos aires terroríficos, una historia que intenta desarrollar el origen de aquella casa maldita producto de intrigas y ambición. Una historia que, pese a todo, terminó agradando. No se consolida del todo, pero si se vio esfuerzo, eficacia e intelecto para producir realizaciones efectivas con algunas diferencias destacables. Tal vez con un elenco más completo, el resultado sería más que satisfactorio. A pesar de todo, la telenovela resultó cumplidora.
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