Caer en tentación: infidelidad es tu traición

De lejos, 'Caer en tentación' es la mejor telenovela realizada en México en los últimos años. América Televisión transmite esta historia en el horario de las 4 de la tarde. No te la pierdas.

Lima, 30 de Abril 2018, - (El Informante Perú).- Pese a las semanas transcurridas (en México ya culminó tanto en señal abierta como en su transmisión en cable), sin duda, 'Caer en tentación' es una de las producciones más destacadas de esta temporada. Aquí en el Perú se transmite por América Televisión en el horario de las 4 de la tarde.

La producción de Televisa, a cargo de Giselle González constituye una adaptación de la teleserie argentina 'Amar después de amar' creada por Erika Halvorsen y Gonzalo Demaría.

La historia (según sinopsis oficial)


“Caer en tentación” es la historia de dos parejas que, víctimas del destino, se atreven a vivir un amor prohibido.

Raquel (impresionante Silvia Navarro) nunca imaginó que al acudir a un llamado de emergencia descubriría no sólo que Damián (excelente Gabriel Soto), su esposo, ha quedado en coma por causa de un accidente automovilístico, también le informan, que una mujer desconocida viajaba con él, pero el cuerpo ha desaparecido. Santiago (Carlos Ferro), amigo de la familia, llega en su ayuda para encontrarse con una terrible verdad, esa mujer no es ninguna desconocida, se trata de Carolina (impecable Adriana Louvier), su esposa, quien es amante de Damián.


Inmersa en dos tiempos, Caer en tentación muestra un presente lleno de dolor tras descubrir las mentiras que se han entretejido alrededor de dos matrimonios que, al parecer, sólo los unía la amistad. Un pasado, donde se desconoce qué sucedió tres años antes cuando se originó el encuentro de estos dos matrimonios desatando una historia atrevida y fuera de serie.

Damián y Raquel, forman un matrimonio estable. Tienen dos hijos mellizos adolescentes, Mía (muy bien Ela Velden) y Federico (Germán Bracco). Los Becker disfrutan de lujos y un buen nivel de vida.

Los Alvarado; Santiago y Carolina, integran una pareja feliz que cuenta también con dos hijos adolescentes, Lola (Julia Urbini) y Nicolás (José Manuel Rincón); pero, en su caso, luchan por alcanzar estabilidad financiera.

Damián conoce a Carolina el día que se inaugura una importante línea de franquicias, al verla, queda prendado de sus ojos y belleza natural. Carolina, no puede evitar sentirse atraída por ese hombre caballeroso y varonil.

Lo que parecía que quedaría como un evento sin importancia, se vuelve un presagio de lo que llegará a haber entre los dos, pues días después, Raquel y Santiago tienen un incidente vial que une a las dos familias y las coloca en un aparador en donde se entremezclan sus diferentes tipos de vida y costumbres.

El amor secreto de los amantes en el pasado, y el desgarrador sufrimiento de los traicionados en el presente constituyen el eje central de esta historia, unida por la intriga policial de un crimen que abre múltiples interrogantes.

Infidelidad es tu traición


A lo largo de todos nuestros comentarios siempre sostuvimos que los mejores guiones pertenecen a la creatividad del talento argentino. La adaptación de esta obra tampoco escapa a la regla.

Sin duda, pocas veces, una telenovela ha conseguido complacer a público y crítica. Estamos ante una producción que va más allá del diez perfecto. Aporta fuerza dramática, diseño de producción, talento actoral, expresividad natural, inteligencia narrativa, novedoso guión y muchos aciertos más que iremos tratando de destacar a lo largo de este artículo.

Lo mejor de la trama es la división de la historia que refleja la impecable edición del relato que es mérito del guión. El presente y pasado es desarrollado con gran acierto prevaleciendo la intriga. A ello, añadimos que el suspenso y romance no decaen en ningún momento. Esto pasaría desapercibido si no fuera por el gran talento actoral allí presente.

Una soberbia Silvia Navarro, en la mejor actuación de su carrera (y ¡ojo! ella tiene buenos logros durante toda su trayectoria). A su lado, un enorme Gabriel Soto, demostrando que es un actor muy completo, sabe ser galán y demuestra fuerza interpretativa cuando papeles de este tipo así lo requieren. Otro acierto resulta Adriana Louvier, una muy buena actriz que había mostrado crecimiento en otros papales de este género (Yo no creo en los hombres-Televisa-2017). Quién sabe, si el menos auspicioso resulta Carlos Ferro quien, con el transcurrir de los capítulos, logra adaptarse al papel encomendado, se acopla bien y logra equiparar las acciones al mostrar intensidad, aptitud y pasión desbordante gracias al apoyo de sus compañeras de reparto, especialmente de Silvia Navarro.

Como ya lo mencionamos, el libreto destaca por una inteligente edición que muestra lo mejor de ambos tiempos (pasado y presente) en impactantes momentos, como la escena (pasado) en que se enfoca el cuerpo de Carolina encontrada muerta y a la par un ‘doble plano’ nos permite ver el infarto que le ocurre a Damián en el hospital (presente).

Está claro que la infidelidad es el tema central de la historia. El guión se 'apoya' en géneros claves para llevar su trama hacia el interés por saber cómo se desarrolla esa investigación policial en torno al asesinato de Carolina y descubrir a su asesino, como en el pasado ocurrió con 'Vivir un poco' (Televisa-1986) y que, de alguna manera, abrió el camino para este tipo de enredos narrativos.

Erotismo y crimen

Caer en tentación”, no solo muestra fuerza, creatividad sino también aborda temas espinosos y clásicos, pero enfocado a nuestro tiempo. Un ‘romanticismo del nuevo milenio’ con errores, gozos, conflictos, romances, envidia, ambición, tantas veces tocado, pero dándole giros más audaces y actuales.

Un punto importante es el tratamiento desarrollado sobre la infidelidad. Uno recuerda 'Amor prohibido' (Televisa- 1979), ‘Mirada de mujer’ (TV Azteca-1998); entre otras producciones de este tipo donde el adulterio se centraba en la amante furtiva, el deseo malsano, el engaño y abandono. Aquí asistimos al deseo, alevosía y traición entre dos parejas. Retrata la doble moral de cada una de ellas. Un rompecabezas difícil de armar con detalles que sorprenden y hasta escandalizan, toda vez, que nunca se llegó a tanto (Damián hace el amor una tarde con Carolina, mientras en la noche lo hace con su mujer Raquel), o cuando ambas mujeres contraen una enfermedad de transmisión sexual producto del contacto íntimo, de ambas, con Damián.

La historia nos presenta la infidelidad conyugal y las consecuencias de estos actos. Inteligentemente el guión ofrece varios estilos literarios. Por ejemplo, el suspenso gracias al gran talento expresivo de su impecable elenco.

En México se sorprenden y crean ‘nombres’ a este tipo de desarrollo actoral. Eso, se ha visto siempre en producciones destacadas. Para que exista ‘silencios cómplices’ en una escena o ‘close up’ a la expresión facial de determinado actor, este debe tener un buen director a su lado que sepa sacar provecho del talento de su grupo artístico.

Cuando decimos que Silvia Navarro tiene habilidad natural y derrocha simpatía, esto se debe a que ella sabe sacar provecho de sus gestos y movimientos de rostro ante la cámara. Muestra fuerza, dolor, odio, sufrimiento, amor, bondad y felicidad según la expresión que se requiera en determinada escena a grabar. Gracias a ello, la actriz nos invita ‘a seguirla’ en los problemas a las que está sometida su personaje.

En esta historia, se percibe más este tipo de acciones, que no es nada novedosa, siempre ha sido algo característico en determinado guión.

Paralelo a ello encontramos el sentimiento plasmado a través del deseo sexual que llega al éxtasis de la fantasía y el erotismo extremo. Damián intenta hacerle el amor a Carolina en su propia cama conyugal, el guión narra los avatares sexuales de esta pareja de amantes desbocados, quienes muchas veces están a punto de ser sorprendidos por sus respectivas parejas.

Además los juegos resultan más eróticos como placenteros como el detalle de Carolina, al intentar desvestirse ante la cámara web bajo la lasciva mirada de Damián, incluyendo las fotos que encuentra, posteriormente, Raquel de Carolina desnuda y en sugestivas poses, además del intenso momento casi en silencio (miradas, besos y abrazos eran el complemento cómplice) previo al momento en que Santiago le dice a Raquel: “Quiero hacerte el amor”.

Pero el deseo no solamente se observa a través de la infidelidad; también encontramos el aprovechamiento y acoso hacia la mujer deseada. Andrés abusa de Carolina y ella calla. Aparte el primo de Damián también es un abusador de menores (Cinthia y luego Lola). Un desarrollo más febril del sexo como arma cómplice para la desventura y la maldad. Incluyendo el momento en que Nico se acuesta con la abogada Alina, tan pervertida como Andrés, con orgasmo incluido.

Aquí todo está permitido, conflictos juveniles y ambiciones económicas se entremezclan con la idea original de los autores. Los momentos intensos no decaen en ningún momento gracias al gran talento actoral, Arath de la Torre y Julieta Egurrola, impecables como los villanos de la historia. Mientras Ela Velden, José Manuel Rincón y Julia Urbini se lucen como los hijos de los protagonistas.

Cómo siempre lo sostuvimos, un acierto importante en el desarrollo de la historia es el aporte de los jadeos, gozos, escenas de alcobas y expresiones groseras (lisuras) dentro de los diálogos y escenas realizadas. Eso le agrega realismo y hasta agiliza los diálogos. Ejemplos, los hay muchos. Felizmente los tiempos han cambiado. Antes, en México, era difícil encontrar historias con diálogos groseros y lisurientos. El Perú fue uno de los primeros países donde se incluyó lisuras en los diálogos de telenovelas y series, allá por los ochenta, ya implantado con gran audacia por Argentina.

Claro la 'osadía' de los mexicanos siempre tiene un límite. En la trama se habla de un abuso de Miriam (Julieta Egurrola) hacia Damián (Gabriel Soto) que marcó su vida. Lástima que ello quedó en el ‘limbo’. Sin explicación alguna se obvia mayor detalle por temor, seguramente, a una censura moralista. Posiblemente encontraremos la respuesta en la versión original argentina. Por otro lado, otro vació en el guión fue el futuro incierto de ‘fede’ producto de su ambigüedad sexual quedando cerrado con un aparente amorío gay.

Sin duda para Televisa fue un acierto adquirir este guión. No es novedad, siempre fue así. Pero no basta con comprar determinada obra, es importante saber adaptarla a lo que la productora y su grupo de libretistas desean. Es por ello, que Leonardo Bechini y Óscar Tabernise se llevan las palmas por su buen trabajo en la adaptación de esta historia inmersa en dos tiempos y dos personas engañadas uniéndose en un amor dolido. Traición, tragedia y un crimen del que todos pueden ser culpables.

En resumen, la historia tiene un desarrollo sobresaliente y un final para levantarnos de nuestro lugar y sencillamente aplaudir. Se lo merecen.


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