MATADORAS: CUANDO LOS HOMENAJES PUEDEN SER CONTRAPRODUCENTES
Llega a su final "Matadoras" una de las series que refleja el estilo de la productora Michelle Alexander por llevar a la pantalla a personajes famosos que son sinonimo de sintonía y curiosidad entre los televidentes.
Lima, 15 Octubre 2010, (Richard Manrique Torralva /El Informante Perú).- Cuando al inicio y al final de cada capítulo de la serie "Matadoras" que, esta semana llega a su final, aparece el mensaje: "La presente historia y sus personajes son ficticios, no obstante estar inspiradas en testimonios reales. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia", la productora Michelle Alexander deja en claro que es lo que vamos a observar y de paso deslindar un posible cuestionamiento legal ante su historia que hasta hace unas semanas se publicitaba como "un homenaje para el vóley peruano.
Pero, Alexander no contó que con el transcurrir de los capítulos y ya con el producto observado, los cuestionamientos estarían a la orden del día, ante la historia creada por la misma Alexander, donde Cecilia Tait, Gina Torrealva, Denisse Fajardo, Rosa García y Gaby Pérez del Solar son las protagonistas, y donde las críticas y las amenazas de demanda por parte de Natalia Málaga y Cenaida Uribe, las otras integrantes del glorioso equipo peruano, originarían tal debate que llegó a su clímax con la enérgica protesta del ex entrenador de la selección peruana de vóley Man Bok Park quién solicitó la suspensión de la emisión de la miniserie, presentando ante el 9° Juzgado Constitucional de Lima una medida cautelar contra América Televisión y la empresa Del Barrio S.A.C dirigida por Michelle Alexander.
Pues bien, culmina la serie "Matadoras", una producción súper exitosa que ha llegado a sobrepasar en sintonía a la imbatible Magaly Medina que ha tenido que soportar la derrota merced a que el público masivamente se volcó a esta historia que pretende ser un homenaje a nuestras grandes voleybolistas, medalla de plata en Seúl 88. Pero que en realidad presenta, algo tan cotidiano en las producciones de Michelle Alexander, como es ese afán por obtener sintonía apoyándose en historia de grandes personajes cuyos guiones no tienen nada de novedoso, pero sí de polémico.
La historia, como hemos dicho, está basada en las vidas de Cecilia Tait, Gina Torrealva, Denisse Fajardo, Rosa García y Gaby Pérez del Solar. Ambas autorizaron a Alexander la inclusión de parte de sus vidas en esta historia.
ÉXITO GRACIAS A CURIOSIDAD
La productora, Michelle Alexander sabe que camino recorrer. Sus antecedentes con otras series inspiradas en populares personajes le han otorgado más satisfacciones que derrotas. Por ello, la trama presenta un paralelismo entre los triunfos de las voleybolistas y sus problemas caseros que se unirán y tendrán ese final feliz cuando todas ellas obtengan la medalla de plata en Seúl 88.
Está claro que Alexander ha exagerado en algunos pasajes de su historia inyectando el facilísimo recurso del sufrimiento lacrimógeno, además de apasionados besos y romances de sus protagonistas unido a un embarazo no deseado, pero también está claro que muchos parecen acertar con el perfil de algunos personajes claves dentro de la historia, como el tal "Podestá" (Lucho Cáceres) y por las maldades de su hija, la villana de la historia, Leonora Podestá (Pierina Carcelén), además de Eva Cordero (Fiorella Díaz).
Lo cierto es que todo esto fue enardeciendo los ánimos de las deportistas cuyos nombres no figuran en la serie, como es el caso de Natalia Málaga y Cenaida Uribe originando este oscuro debate por algo que ya se ha hablado, hasta la saciedad, el producir historias basadas en personajes famosos so pretexto de “homenajes” y que en realidad puede ser contraproducente para la imagen de las protagonistas.
Porque una cosa es que realicen series basadas en cantantes y personajes del espectáculo que más de una vez se han servido de los escándalos y los chismes para lograr publicidad. Y otra, muy diferente, tocar personajes que son orgullo, respeto y hasta ejemplo para nuestras generaciones como es el caso de este grupo de chicas que se ganaron el cariño y la admiración del pueblo peruano.
Ahora bien, puede resultar lógico y hasta acertado que Alexander coloque algunas situaciones exageradas dentro del guión porque no todo puede ser “reflejo de la vida misma” y porque en toda concentración siempre existe más de un problema. Pero, eso de observar como Cecilia Tait iba a una iglesia del centro de Lima para cazar palomas y luego cocinarlas porque no tenían qué comer en su casa. Más que compenetración con el personaje, la escena resulta deplorable, en parte por el poco peso actoral de la actriz que lo personifica. Ni que decir, de los drásticos métodos de entrenamiento del personaje inspirado en Man Bok Park (en la serie, Man Do Park interpretado por Julio Chang Loo). Algo que forma parte de un mito ó leyenda urbana, pero que nunca pasó de ser parte de un chisme detrás del triunfo.
La producción ofrece un mero relato de nuestras deportistas para saciar la curiosidad de los televidentes y nos presenta a unas chicas juergueras, envueltas entre peleas y envidias con lo que termina perjudicando su imagen dejando muy mal a este pálido reflejo de selección que al parecer, más le preocupaban los idilios sentimentales que su vocación por el vóley.
Si la serie solamente resulta un oscuro homenaje a nuestra selección no es por el exagerado guión de Alexander, lo que pasa es que nunca sentimos a través de sus capítulos esa vocación y alma de nuestras chicas por el vóley. Algo que siempre nos vendieron, ellas mismas, con sus jugadas, sus triunfos y su amor por el deporte que les dio toda clase de triunfos y satisfacciones.
La historia más baja es la que corresponde a Cecilia Tait quién es presentada como una mujer muy conflictiva, llena de resentimientos y traumas. Nunca se observa a través del personaje ese amor por el deporte de la net y lo más importante, la causa del triunfo de cada una de sus integrantes.
Alexander simplemente sigue los lineamientos de sus otros relatos. La historia tiene personajes envueltos en envidias, odios, corrupción amor y triunfo. El relato parece estar basado en esos "detalles" contados debajo de la mesa para crear un argumento condimentado que ha encantado a un grueso de público ávido de guiones lleno de escándalo, morbo y chismes, pero que deja mal parada a nuestra selección.
En todo caso, lo mejor de la historia radica en volver a ver las imágenes de aquellas grandes del vóley que ganaron a potencias como Japón, China, Brasil. Sus grandes partidos ante Rusia y Cuba y hasta volver a observar a grandes jugadoras internacionales ante quienes nuestras chicas enfrentaron.
Si la serie solamente resulta un oscuro homenaje a nuestra selección no es por el exagerado guión de Alexander, lo que pasa es que nunca sentimos a través de sus capítulos esa vocación y alma de nuestras chicas por el vóley. Algo que siempre nos vendieron, ellas mismas, con sus jugadas, sus triunfos y su amor por el deporte que les dio toda clase de triunfos y satisfacciones.
La historia más baja es la que corresponde a Cecilia Tait quién es presentada como una mujer muy conflictiva, llena de resentimientos y traumas. Nunca se observa a través del personaje ese amor por el deporte de la net y lo más importante, la causa del triunfo de cada una de sus integrantes.
Alexander simplemente sigue los lineamientos de sus otros relatos. La historia tiene personajes envueltos en envidias, odios, corrupción amor y triunfo. El relato parece estar basado en esos "detalles" contados debajo de la mesa para crear un argumento condimentado que ha encantado a un grueso de público ávido de guiones lleno de escándalo, morbo y chismes, pero que deja mal parada a nuestra selección.
En todo caso, lo mejor de la historia radica en volver a ver las imágenes de aquellas grandes del vóley que ganaron a potencias como Japón, China, Brasil. Sus grandes partidos ante Rusia y Cuba y hasta volver a observar a grandes jugadoras internacionales ante quienes nuestras chicas enfrentaron.
En cuanto a los personajes de Alana la Madrid (Denisse Fajardo), Cynthia Chávez (Gina Torrealva), Fiorella Díaz (Eva) y Sofía Humala (Rosa García), no dejan de ser pintorescos más en ningún momento logran un despegue efectivo merced a que recién se inician dentro del mundo de la actuación. Por su parte, Judith “Yuyu” de Cordero (Mariella Zanetti pensando que está en el programa cómico "Recargados de risa") y el tan mentado Podestá (Lucho Cáceres) siguen simplemente lo lineamientos del guión
Alexander es clara con esta producción a la que califica como una trama alejada de la realidad emitida por un canal que es líder y que tiene un colchón importantísimo: la serie "Al fondo hay sitio". Es en líneas generales lo que también podemos sintetizar de una serie irregular que ha conseguido su propósito como es de generar debate y obtener sintonía. Eso posibilita que Michelle Alexander ya piense en las vidas de Kina Malpartida y Gisela Valcárcel. ¿Hasta cuando le durará eso? Pues hasta que el rating le sea esquivo y eso, por lo pronto, no sucederá porque un grueso de público es adicto a estas propuestas a pesar que algunos protagonistas, el público por Internet y varios periodistas califiquen la serie de regular para abajo.
Alexander es clara con esta producción a la que califica como una trama alejada de la realidad emitida por un canal que es líder y que tiene un colchón importantísimo: la serie "Al fondo hay sitio". Es en líneas generales lo que también podemos sintetizar de una serie irregular que ha conseguido su propósito como es de generar debate y obtener sintonía. Eso posibilita que Michelle Alexander ya piense en las vidas de Kina Malpartida y Gisela Valcárcel. ¿Hasta cuando le durará eso? Pues hasta que el rating le sea esquivo y eso, por lo pronto, no sucederá porque un grueso de público es adicto a estas propuestas a pesar que algunos protagonistas, el público por Internet y varios periodistas califiquen la serie de regular para abajo.
Comentarios
VERDADERAMENTE COMO EJEMPLO NO HAY NADA EN ESTA SERIE.
HAY DEMASIADO MORBO Y ESO DAÑA A NUESTRA NIÑEZ.
MAS CRITERIO PARA REALIZAR DICHAS SERIES TELEVISIVAS.