El vuelo de la Victoria: decepción total
Hace unas semanas culminó "El vuelo de la Victoria", cuya producción tuvimos la oportunidad de verla a través del cable. Simplemente una historia para el olvido. |
Lima, 31 Enero 2018, (El Informante Perú).- Hace unas semanas culminó la telenovela mexicana "El vuelo de la Victoria" cuya producción dejó un sabor amargo por su irregular contenido y decepcionantes actuaciones. Si hubiera culminado antes, tranquilamente, sería "La peor producción del año 2017". No tendría competencia en dicho rubro.
Esta telenovela mexicana fue producida por Nathalie Lartilleux para Televisa. Está inspirada en la telenovela venezolana "Como tú ninguna", original de Carlos Romero. La adaptación mexicana estuvo a cargo de María Antonieta Gutiérrez y Anthony Martínez.
La historia está protagonizada por Paulina Goto, Andrés Palacios y Mane de la Parra, con las participaciones antagónicas de Susana Dosamantes, Helena Rojo, Jorge Poza, Elizabeth Álvarez y Gaby Mellado.
Cuenta además con las actuaciones estelares de Jorge Aravena, Natalia Guerrero, Verónika con K y René Strickler.
Este guión cuenta con dos partes bien definidas. Los actores, Susana González y Arturo Peniche ingresaron en la segunda parte de la telenovela, como parte importante dentro de los roles estelares.
La historia
Cecilia (Natalia Guerrero) una joven de 20 años e hija de un matrimonio de clase alta, se embaraza de un trabajador de su hacienda. Debido a esto, su padre la obliga a que se deshaga del bebé. Desvalida, sin un peso, y sin otra opción, Cecilia deja a su hija recién nacida en la hacienda Seis Potros, que pertenece a la familia Santibáñez, y se va con una sola esperanza: la adoptarán, le darán la vida que merece y tendrá mejor suerte que a su lado.
Pero es Chencha (Verónika con K) quién encuentra a la pequeña y desde ese momento se convierte en la nueva madre de la criatura. Ahora deberá arreglárselas para criar a la niña sin molestar a los dueños de la casa, sobre todo, para no alterar a doña Gloria (Susana Dosamantes), dueña y señora de la hacienda, una mujer fría y controladora que marcará el destino de la pequeña.
La niña es bautizada como Victoria, pues ha alcanzado su primera victoria: mantenerse de pie a pesar del abandono de su madre. A la edad de cuatro años ya está acostumbrada a correr por todo el pueblo. Su único sueño es convertirse en una gran corredora profesional y alcanzar el éxito.
Al pueblo llega don Clemente (René Strickler), buscando talentos para el equipo de atletismo que representará a México, allí encuentra a su estrella: Victoria. Pero su sueño se ve truncado. A sus 14 años es acusada de causar el accidente de su mejor amiga Luz Clarita, quien queda en coma. En realidad, Victoria quiso ayudarla pero fue imposible.
Doña Gloria jura vengarse de Victoria, y con ayuda de Julio (Jorge Poza), al cumplir la mayoría de edad, se encarga de que Victoria (Paulina Goto) sea trasladada al reclusorio cumpliendo injustamente más años de condena. Pero su mundo no se acaba, pues su madre adoptiva Chencha y Andrés (Mane de la Parra), hijo menor de Gloria; juran apoyarla.
Cuatro años después... ahora Victoria de 22 años, recupera su libertad y la ilusión de ser una gran atleta. Sin embargo, se enfrentará a una decisión que marcará nuevamente su destino. Tendrá que decidir entre seguir el sueño de convertirse en una gran velocista profesional o quedarse al lado de Andrés, quien nunca la abandonó cuando más lo necesitó.
Sin embargo, Victoria conoce a Raúl (Andrés Palacios), el médico del equipo de atletismo y amigo de Clemente, pero además fue quien acompañó a Victoria durante su estadía en el reformatorio a través de su programa de radio, dándole consejos sobre superación y esperanza. Victoria no puede creer que él sea la misma persona de la radio que con una sola palabra, la llenaba de sabiduría y admiración mientras estaba encerrada. Desde el primer momento, Raúl no puede evitar ocultar la fuerte atracción que siente hacia ella. Ahora el amor que ambos sentían sin conocerse, es una realidad.
Al conllevar un romance con Raúl, Victoria se gana una nueva enemiga: Magdalena (Elizabeth Álvarez), la eterna y obsesiva enamorada de Raúl, una mujer que no le importa dañar a los demás para obtener su beneficio. Aun así, Victoria no se dejará vencer.
La versión original
"El Vuelo de la Victoria" resulta una de esas telenovelas con muchas incoherencias y actuaciones para el olvido, pero resulta tan 'problemática y sufrida' en su contenido que permite que el público se enganche desde el principio (tuvo buena sintonía en México). Lástima que, con el correr de los capítulos, se convierte en una historia prescindible. Total, uno ya sabe que Victoria logrará su objetivo y será feliz.
La trama es producto de la compra del libreto original de Carlos Romero y Alberto Gómez, llamada "Como tú ninguna", que resultó la telenovela más larga transmitida en Venezuela. Fue protagonizada por Gabriela Spanic (muy joven y hermosa). Esta telenovela duró un año, tres meses al aire con 318 capítulos, todo un récord de audiencia en el país llanero. Un detalle a tener en cuenta es que esta historia nunca se transmitió en el Perú. No obstante, tuvo muchos cambios durante su transmisión en su país de origen. Comenzó con baja audiencia por lo que el gran Arquímedes Rivero, productor general de Venevisión, decidió contratar al guionista, Alberto Gómez, quien modifica la trama, contrata a un nuevo galán (Miguel de León) al observar que el protagonista original no levantaba vuelo (Eduardo Luna) y crea 'intensos problemas' a Gilda Barreto (Gabriela Spanic) con lo que el rating se dispara y aquel producto irregular se convierte, en poco tiempo, en la telenovela más sintonizada y de grata recordación para todos lo que la vieron aquella época.
Decepción total
Realizamos este breve resumen para recordarles lo que significó esta historia y el por qué Televisa terminó por adquirirla. No obstante, el producto mexicano, no solo dista mucho del original sino hay una diferencia abismal que las diferencia a ambas, los protagonistas de la trama.
Gabriela Spanic, desde sus inicios, derrochaba talento y simpatía, además tiene más presencia escénica que Paulina Goto. La actriz mexicana es una adolescente adorable que nos encanta cuando realiza papeles, propios de su edad. No obstante cuando, por exigencias del guión, los años pasan y la adolescente se convierte en una mujer adulta, la actriz sucumbe no solo por el físico sino por la poca presencia escénica dentro de cada escena.
Ni que decir de los galanes con quien comparte créditos. Ni Mane de la Parra, menos Andrés Palacios quien, increíblemente, ya tiene tres protagónicos en Televisa y su actuación siempre resulta intrascendente, son capaces de levantar una historia tan insípida como esta.
La telenovela se resumen de la siguiente manera: harto melodrama, insoportable sufrimiento y aparatosas caídas; además de nula expresividad, cero pasión y falta de química actoral de los protagonistas.
Si algo habría que evocar en guiones de este tipo, es que se extraña a verdaderos profesionales (productores y guionistas), que convertían folletines en cautivantes historias. Ejemplos, los hay a montones.
La historia cambia totalmente con referencia al original venezolano, Victoria sueña con ser atleta, pero los problemas son tan mundanos como estúpidos. Por otro lado, sus galanes son tan irregulares como inexpresivos. Todo eso contribuye a que los encarcelamientos, sufrimientos y orfandad sean tan desproporcionados como su nula expresión artística. El colmo llega en sus capítulos finales, toda la historia en realidad era un invento que Victoria escribió en prisión y la trama vuelve a sus inicios.
Claro se salvan actores con más experiencia como Susana Dosamantes, Helena Rojo y Susana González. Fuera de ello, todo es tan irrisorio que causa más enfado que risa. Una historia para el olvido.
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