LA MUJER DEL VENDAVAL: AMOR REAL EN PANTALLA
Culminó en México "La Mujer del Vendaval" un remake venezolano que puedes verlo aún vía América Televisión a las 10 de la mañana. |
Lima, 30 Junio 2013, (Por: Richard Manrique Torralva / El Informante Perú).- Llega a su final en México, "La mujer del Vendaval", una producción de Martha Patricia López de Zatarain más conocida como Mapat para Televisa. La telenovela es transmitida en Perú en el horario de las 10 de la mañana y su sintonía (para ese horario) no es nada despreciable.
Esta telenovela mexicana está protagonizada por Ariadne Díaz y José Ron. Contando además con las participaciones de Chantal Andere, Alfredo Adame, Manuel "Flaco" Ibáñez, Florencia de Saracho, Marco Muñoz y Javier Jattin.
La producción realizó un remake de la telenovela venezolana, Un esposo para Estela realizada por Venevisión en el año 2009, y a su vez basada en una obra original del escritor venezolano, Ángel del Cerro, llamada Vendaval, escrita por el buen guionista venezolano Camilo Hernández.
LA HISTORIA
Marcela Morales (Ariadne Díaz) está por recibir una herencia de su madre quien ha puesto como condición que su hija esté casada para poder cobrarla. Dicha herencia es la esperanza de Marcela para poder salvar la hacienda llamada El Vendaval ya que está hipotecada. Pone un anuncio en el periódico para solicitar marido emergente. Alessandro Casteló (José Ron) es uno de los aspirantes, rico vicepresidente y heredero de la importante cadena hotelera Toscana.
Lo que Marcela no sabe es que Alessandro sabe que ella es la misma mujer a quien conoció en la playa, ambos estaban cubiertos por un antifaz. La noche de ese encuentro desaparece de casa de Alessandro el valioso collar perteneciente a su familia, haciendo que Marcela sea la principal sospechosa del robo.
Alessandro se presenta en la hacienda como candidato a marido de Marcela con el fin de recuperar el collar, pero la fuerte pasión que siente por ella e ir conociendo a esa mujer maravillosa hace que su objetivo se transforme y quiera demostrar su inocencia y conquistarla de verdad. Para ello deberá enfrentar una serie de obstáculos que impedirán que su amor se realice.
Sin embargo no todos están de acuerdo con este matrimonio. Primero están los padres de Alessandro (María Marcela y Alfredo Adame) quienes culpan a Marcela del robo del collar. Ellos no saben que es su propia hija, Nisa (Thelma Madrigal) quien es la verdadera ladrona del collar y quien a toda costa desea hacer parecer a Marcela como la culpable para tapar su fechoría. Por su parte, Octavia (como siempre impecable haciendo de villana, Chantal Andere) quien odia a los Casteló y quiere lastimarlos a toda costa desea quedarse con El Vendaval para explotar turísticamente sus aguas termales. Ella complota con don Timoteo (Manuel 'Flaco' Ibáñez), aliado de Octavia, tramposo y ambicioso alcalde que busca su propio beneficio. También se une a ellos, la envidiosa de María Laura (Florencia de Saracho), que se opone a ver realizado el amor de los protagonistas por que quiere el amor de Alessandro.
LAS MUJERES CON CÁRACTER
A inicios de los años 60´s cuando Amparo Rivelles se convirtió en una mujer seducida y abandonada, con ganas de vengarse de todos en "La Fiera" (Televisa-1961) ya uno podía ver como los personajes fuertes muchas veces decidían el destino de una producción. Años después llegó La Doña" (Venezuela-1961) con Lilia Morillo que a pesar de no tener un tan convincente rol impuso en Venezuela ese gusto por las historias donde el carácter femenino lleve la batuta dentro de la trama. Pero hubo una que rompió los esquemas de "la maldad" esa era Marina Baura, ("Doña Bárbara", Venezuela, 1974), para muchos la mejor versión en telenovela de la historia de Rómulo Gallegos donde la actriz en apenas 40 capítulos imponía presencia dentro de una historia donde el carácter de la protagonista es fundamental para el desarrollo de la telenovela. La propia Marina volvió con esa fuerza interpretativa en "Emperatriz" (la versión original del irregular remake que hizo posteriormente Azteca Televisión hace dos años).
Hacemos este recorrido histórico para enfocarnos en el tratamiento de esta telenovela que nos presentó Televisa que, para su buena suerte, muy pocos han visto la versión original. Recordemos que "Un esposo para Estela" fue realizada en un momento en que la vida política de Venezuela no era de las mejores. Ya no se exportaban producciones de este tipo y los televidentes de varios países no teníamos la posibilidad de ver producciones venezolanas en señal abierta, salvo a través del cable. Eso sí, queda claro que lo mejor de "Un esposo para Estela" fue la participación de Daniela Alvarado combinando muy bien erotismo y firmeza en cada escena donde los ritmos cambiantes de la trama entusiasmaban a alguno de los pocos afortunados que seguíamos esta agradable y cumplidora telenovela.
Ahora bien, la versión original venezolana tampoco es considerada un clásico porque no ha tenido la oportunidad de ser exhibida en varios países. Con ello ya Televisa lleva una ventaja que le permite adaptar una historia más acorde al original y de esta manera “no empieza de cero” y tampoco desarregla una trama como ocurrió con “Qué bonito amor”, por citar un ejemplo más cercano.
DE MENOS A MÁS
Pues bien, ahora Televisa nos presenta La mujer del Vendaval, una historia que no se aparta mucho del original venezolano e intenta combinar humor y amor dentro de un melodrama tradicional cuya narrativa ya ha sido vista tantas veces. Es que la historia de Camilo Hernández tiene mucho de "La Dueña", "La Tormenta" y hasta de "La Mentira". Incluso al inicio de la novela durante la famosa fiesta donde ambos estaban cubiertos por un antifaz recuerda aquella reunión en la que se conocen los personajes de José Luis Rodríguez con Marilyn Puppo en “El Ídolo” (Puerto Rico-1980). Como se lee, lo único que los diferencia es la búsqueda del anhelado collar de diamantes sustraído por una persona y cuya culpabilidad recae en una mujer de carácter fuerte, herida en su amor propio y abandonada por su novio de juventud al pie del altar.
Ahora bien, para el papel principal, la productora escoge a Ariadne Díaz una joven con mucho talento que nos entusiasmo desde que la vimos en "Mañana es para siempre" (Televisa-2009). Sin duda, fue un reto para ella por esa fragilidad que siempre ha mostrado en pantalla, pero aquí el cambio interpretativo debería ser de otra manera. Ese, puede ser uno de los motivos por los que la novela empieza de menos a más, porque a esta Marcela Morales le falta esa fuerza que tenían actrices como la Rivelles, Morillo o la propia Marina Baura. El inicio de la trama cuando la vemos abandonada en el altar nos presenta una niña con ganas de llorar y patalear y no esa mujer que quiere ganarse el respeto escogiendo ahora, ella misma, al marido que desee.
Por otro lado, José Ron tiene la misma expresividad que su compañera, parco y pausado al actuar. Carece de esa firmeza de hombre despechado porque descubre que la mujer que ama es la verdadera ladrona del collar. Para colmo conocemos a la verdadera causante del robo, una imagen cómica, bufonesca e idiotizante, tal cual vimos siempre en producciones de este tipo para dizque darle el toque cómico a la trama. Recordemos por ejemplo, "Un gancho al corazón", (Televisa, 2009) donde la prima de Mauricio, hermana de Jerónimo, Ximena Sermeño, ponía la misma cuota interpretativa a esa producción. Lo malo que aquí las escenas que realiza Nisa (Thelma Madrigal) no son del todo efectivas y lo cómico pronto resulta estúpido porque sus amantes de turno son tan irrelevantes como ella. Lo bueno que el desenlace final para su personaje es tan creíble y pocas veces resulta tan aleccionador para este tipo de historias.
Lo cierto es que todo llega a cambiar a media novela cuando la verdadera villana entra en acción y observamos a Octavia (Chantal Andere) hacer de las suyas y el giro de la trama ayudado por un mejor desenvolvimiento en el tratamiento de las escenas comienza a surtir el efecto deseado. Además, quiéranlo o no, el que Ariadne y Ron sean pareja en la vida real posibilita que las falencias de ambos se dejen de lado y hasta las escenas románticas tengan el efecto deseado para que nos olvidemos de esos "detalles" y sigamos con su ahora interesante trama.
Mucho ayuda además la buena imagen que proyecta Michelle Renaud como Alba, la prima de Marcela y su aliada inseparable, quien a su vez forma parte de un triangulo amoroso con Amadeo (Francisco Rubio) y Cristian Serratos (Patricio Borghetti). Todo ello se ve fresco, sin exageraciones demás unido a que la joven luce radiante y hasta pulcra en esa historia de amor paralela al de los protagonistas. Por cierto, la canción "Como estar sin ti" interpretada por Carlos Baute es otro de los aciertos de la producción.
Como ya hemos expuesto anteriormente, el que esta historia no sea clásica ni exitosa ayuda para que la versión libre de Gabriela Ortigoza prosiga con los lineamientos de la trama original ayudada por un aceptable casting. Eso sí, el final luce muy bien elaborado y hasta es destacable el lado erótico final de la trama. La pareja luce entre sábanas y una vez más se comprueba lo eficiente que resulta que ambos sean pareja y se lleven de lo lindo en la vida real. Esto hasta sale a relucir positivamente en pantalla y luce creíble y hasta resultado obligado verlos en plena luna de miel. Cosa que no ocurrió con la desastrosa escena de cama en el final de "Cuando el amor manda" cuyo telenovela comentaremos en breve a pesar de no haber sido emitida en Perú.
A pesar de todo, "La mujer del vendaval" resultó entretenida y Mapat volvió a contar con adeptos a una historia que empezó con un contrasentido en imágenes y actuaciones. Cuando la trama se centró en la idea central del autor, las cosas cambiaron unido a una pareja cuyo amor real se trasladaba a la pantalla y con ello se dejaba de lado esas falencias que tienen los actores cuando no cuentan con las características primordiales que el personaje requiere.
(*) rmanrique@elinformanteperu.com
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