LA TAYSON, CORAZÓN REBELDE: ROMANCE POCO EFECTIVO
Lima, 29 Julio 2012, (Por: Richard Manrique Torralva / El Informante Perú).- Culminó "La Tayson, corazón rebelde", una historia enmarcada en aquellos formatos de los 80´s y 90´s, tantas veces mostrada y tantas veces aceptada. Lamentablemente mientras en Perú, producto de nuestra miopía televisiva, se dejó de realizar este tipo de contenidos, tan criticados, pero tan efectivos y sobretodo aceptado por el público. En otros países cuya producción de telenovelas es más continúa, llámese Televisa, ya se desarrolla otro tipo de guiones basados en estos trillados temas de la huérfana que se convierte en empleada doméstica, pero que termina siendo la dueña de la mansión y del corazón del galán de turno.
Pues bien, "La Tayson, corazón rebelde", es una producción peruana, adaptación de la original argentina "Muñeca brava". Es producida por Imizu para Frecuencia Latina bajo licencia de Telefe y protagonizada por Vanessa Terkes y Jason Day. Hasta el momento, sólo Televisa realizó en el 2008 una irregular versión de esta historia titulada "Al diablo con los guapos", producida por Angelli Nesmi y protagonizada por Allison Lozz y Eugenio Siller.
LA HISTORIA
En un lugar de Lima, vive Milagros, (Vanessa Terkes), a quien llaman “La Tayson” en alusión a un famoso boxeador y por su carácter impulsivo debido a su tendencia a solucionar todo a los golpes.
Milagros es una joven vital y atractiva de 22 años, llena de energía y ansias de vivir, huérfana de nacimiento, fue criada en un orfanato. Su madre murió al dar a luz sin llegar a revelar la identidad de su padre. Milagros creció sintiendo un gran rencor por ese hombre que ella creía las había abandonado.
A los 18 años Milagros llega a trabajar como dama de compañía de una anciana, Angélica viuda de del Prado, (Attilia Boschetti), en la casa de una familia adinerada. En esa casa, “La Tayson” se enamorará del hombre equivocado: Rodrigo, (Jason Day), el apuesto heredero de la fortuna familiar, con quien surgirá una apasionada y conflictiva relación de amor-odio adornada con numerosas situaciones de humor, en el medio de una realidad plagada de conflictos y prejuicios sociales. Allí también Milagros conocerá los secretos sobre su verdadero origen.
El jefe de familia de aquella mansión es Federico del Prado (Paul Vega en buena actuación), quien es el verdadero padre de Milagros, fruto de una relación con una antigua empleada suya. Federico se vio obligado por su padre a dejarla y a casarse con Luisa, (Norma Martínez), tomando también como propio al hijo de Luisa, Rodrigo quien crece ignorando que Federico no es su verdadero padre. Si bien Federico del Prado se resigna a la situación, su madre Angélica pasa los siguientes veinte años esperando encontrar algún día a su nieto.
Durante gran parte de la novela Federico cree tener el control total sobre su propia vida y la de los demás, hasta la aparición en escena de Milagros. Una frustrada candidatura política, el desastre de su matrimonio y la confirmación de su paternidad sobre Milagros, terminarían de derrumbar su imagen de hombre arrogante, despiadado e intocable.
Federico tiene una relación con su secretaria Andrea (Fiorella Díaz), una mujer que ambiciona el poder de los del Prado y hace hasta lo imposible por conquistar también a Rodrigo, convirtiéndose en la rival de Milagros hasta que muere misteriosamente a manos de Pilar, (Natalia Cárdenas).
En ese hogar también viven, Damián (Alberto Isola), el hermano de Luisa, quien tuvo hace muchos años un accidente traumático: por manejar su auto en estado de ebriedad, murieron su esposa, la novia de su hijo Pablo, y éste quedó paralítico. Desde entonces Pablo (Francisco Cabrera), odia profundamente a su padre y no le perdona lo ocurrido, pasó varios años encerrado en su habitación, siendo el mayordomo Bernardo (muy bien Marcello Rivera) el único que dejaba que lo viera en su encierro auto-impuesto. Pablo logró caminar nuevamente, pero por venganza a su padre permaneció en su cuarto fingiendo aún estar discapacitado, aunque salía disfrazado como vagabundo. Un día, Milagros entra a su habitación y él queda enamorado de ella, por su gran parecido con su difunta novia. Ambos se hacen amigos y por insistencia de ella, lo convence a dejar la farsa atrás y salir de su cuarto, aunque siempre seguía sin perdonar a su padre.
Por otro lado, Rodrigo tiene una hermana, la señorita Victoria, (muy simpática Anahí de Cárdenas), una alocada jovencita que no tiene futuro propio y vive de fiesta en fiesta. Mientras en la cocina el chofer Rocky a quien ella llama 'Morgan' (muy bien Óscar López Arias) vive enamorado de Victoria que no pierde ocasión de humillarlo más.
El protagonismo de la novela recae en Milagros, la empleada doméstica de la señora Angélica. Ésta la encuentra adorable, pero el resto de la familia la discrimina por sus costumbres poco amaneradas. A menudo intentan despedirla, pero Angélica siempre interviene para protegerla. Milagros y Angélica desarrollan una gran amistad, Angélica le enseña a Milagros a comportarse como una dama y Milagros le influye por su parte en su carácter simple y directo.
Milagros es una joven vital y atractiva, llena de energía y ansias de vivir. Es sincera, dice lo que piensa aunque no siempre piensa lo que dice. Su mayor anhelo es algún día conocer a su padre para romperle la cara a patadas. La vida le ha enseñado a valerse por si sola y hacerse respetar, cueste lo que cueste. Esa es la razón de su lenguaje tosco y su estilo bastante callejera, casi de pandillera. Milagros se caracteriza por tener un gran corazón y por su disposición para ayudar a los más débiles, aunque es una chica atípica que mezcla el mundo juvenil de la calle con sus creencias religiosas. Debido a que fue criada por monjas, ella es muy creyente, a pesar de sus alocadas acciones. En la mansión del Prado, Ramón el jardinero (Lucho Cáceres), Adelina 'Lina' (Stephanie Orué) y Socorro (Elsa Oliveros) se convierten en sus incondicionales aliados. Mientras la otra empleada Martha (buen debut de Katy Jara), una mujer muy ambiciosa y eventual amante de Damían, también le hace la vida imposible.
HISTORIA YA CONOCIDA
Allá por los 80´s y 90´s, irrumpió en el mundo de las telenovelas, historias sobre muchachitas pobres, vulgares e incultas que tras muchos avatares de la vida terminan siendo las millonarias del cuento y quedándose con el galán de la trama. Guiones exitosos aunque cambiados muy sutilmente, los tenemos a montones. Telenovelas que van desde “Los ricos también lloran”, pasando por “Rosa Salvaje”. Ambas con todos sus remakes y adaptaciones respectivas. Aunque valgan verdades, el prototipo de este tipo de muchachitas, incultas y vulgares, nace con "La fiera", una exitosa producción venezolana de gran sintonía local, más no internacional. Lo cierto que este tipo de ideas fueron muy bien aprovechadas por otras cadenas internacionales. Así tenemos a la venezolana "Rubí" y a la argentina "Muñeca brava". Fueron épocas de oro, para esas empresas, incluso para sus estrellas, donde Verónica Castro y Thalia, fueron las más populares y en menor grado, pero con igual aceptación en sus países de origen, también tuvieron lo suyo, Mariela Alcalá y Natalia Oreiro. Aunque para nuestro gusto, Doris Wells tenía en talento lo que Verónica Castro y Thalia tenían en carisma y simpatía.
Claro, antes de la irrupción extremista de este tipo de historias, en los 60´s, también hubo otra explosión de ideas con respecto a este tipo de jovencitas pobres que terminan como sirvientas. Pero este redactor las divide en un antes y un después, porque “Natacha” y “Simplemente María", con todos sus posteriores adaptaciones y remakes, eran prototipo de mujeres de pueblo que con su esfuerzo salían adelante. Algo más dramático, muy diferente a lo que aquí se muestra.
Pues bien, en los 80´s, mientras ello sucedía en el extranjero, con este tipo de guiones, en el Perú, escaso de buenos libretistas capaces de crear historias de este tipo, nos dedicabamos a historias localistas y ante la llegada de las grandes producciones brasileñas se intentó copiar ese tipo de realizaciones, pero nunca se llegó, ni por asomo, a mejorar o superar el producto carioca.
Recién en los 90´s, se realizó la segunda versión de Natacha con un insospechado éxito local, pero algunos críticos y cierto grupos elitistas cuestionaron dicha producción con argumentos inverosímiles como que "Natacha era muy gringa" (en alusión a Maricarmen Regueiro) y cuestionaban este tipo de historias rosas, mientras México la hacía linda con Thalia y sus mercados internacionales se extendían.
Pese a todo, Panamericana intentó seguir realizando este tipo de historias, pero la poca acogida en el extranjero de "Natacha" hizo que sus socios venezolanos desistieran de cualquier otro proyecto y dejó en la congeladora "Me llaman Gorrión" nueva versión de la historia de Abel Santa Cruz que finalmente luego de cuatro años fue producida. Pero la realidad fue diferente porque con gran talento y muy buen olfato Michel Gomez, productor francés radicado en Perú comenzó con sus telenovelas locales de gran arraigo popular que hizo que "Gorrión" tuviera regular acogida y hasta fuera duramente criticada. Recuerdo a una conocida actriz señalar que "resultaba inexplicable producir telenovelas de este tipo, porque además en el Perú no existen mayordomos". No sabemos que dirá esta señora ahora que vemos como el mayordomo Peter en "Al fondo hay sitio" es sinónimo de popularidad y en “La Tyson”, Bernardo es un mayordomo estirado y sumamente impático.
Es que, aunque criticada, este tipo de historias con los antecedentes mostrados y por el arraigo que estas concitan en el público, mayormente juvenil, siempre será bien aceptado. Criticas siempre las habrá, pero si se quiere exportar jamás se puede dejar de lado estos guiones, imaginativos y superficiales, es cierto, pero siempre con un público adicto porque son productos para el entretenimiento y por ello, el género nunca se agota.
Pues bien, al Perú, recién llega producciones de este tipo. "La Tayson, corazón rebelde" es un producto enmarcado dentro de lo realizado en los 80´s y 90´s, que sí no está bien producido y con actores talentosos, con aceptable arraigo popular, difícilmente puede ser aceptado. Hasta en Televisa ya repararon que este tipo de guiones merecen ser mejor estructurados y acorde a nuestros tiempos. Notarán que luego de la irregular "Al diablo con los guapos" (Televisa. 2008), este consorcio mexicano presenta con inusual éxito "Un refugio para el amor", remake de "La Zulianita", que tiene la particularidad de ser diferente en cuanto a guiones presentados de este tipo. Aquí se incide más en los diálogos que son efectivos y directos. Ya no existe la chica inculta que llega a ser sirvienta ni la empleada que muestra superación. La protagonista es una chica de pueblo, común y corriente. El atractivo es la historia contada de otra manera, inusual pero efectivo, que marcará un nuevo giro para este tipo de tramas. La telenovela es transmitida en un horario poco común en México, pero es tan buena la sintonía que ya Televisa anunció que programará su final para el día domingo.
Una pena que nuestra televisión no tuviera ese olfato comercial durante esos años, Hoy Imizu ha adaptado una historia que es vendible aunque debe tener que ser cuidadosamente estructurada. Ya la productora había realizado novelas modernas como “Los exitosos Gome$” (basada en “Los exitosos Pells” del 2008) y “Lalola” (según la homónima del 2007).
POCOS GOLPES TUVO LA TAYSON
Pues bien, tras este breve recuento por el pasado, volvamos a “La Tayson”, una comedia romántica que gira alrededor de problemas familiares, diferencias sociales, ambición, envidia y decepción, pero sobre todo en torno a la historia de dos jóvenes que deberán superar todas las diferencias para lograr su amor.
Esta versión, salvo pequeños arreglos, es un calco de la “Muñeca brava”, original donde el enredo melodramático obtenía sus frutos merced a la agilidad de la comedia de situaciones que no tienen pierde cuando estas se realizan de manera efectiva.
El primer capítulo, clave para la aceptación de la historia, sorprende por el acercamiento y descripción de los personajes. Un Alberto Ísola combinando cinismo y amargura con pasión y deseo hacia la sexy empleada doméstica. Un Paul Vega demostrando ser el mejor con su toque de amargura, sobrio y estirado, suficiente para sentir que el rol es para él. Mientras la pareja central parece tener más que demostrar con ese acercamiento en la cancha de fútbol donde “La Tayson”, muestra algo de sus pocos atributos con los golpes y su primer encuentro con su galán.
El problema radica en los siguientes capítulos donde esa cercanía se convierte en ausencia y letanía. Si Imizu hubiera existido en los 80´s, Vanessa Terkes luciría perfecta y hasta sus disfuerzos parecerían frescos. Hay que recordar que la telenovela está pensada en el protagónico femenino. Vanessa luce preciosa pero no parece espontánea, se le nota muy forzada en muchas partes de la trama y eso se percibe también por la poca fuerza dramática del guión. Aquí no estamos ante un producto como "Lalola" donde casi el 70% de narración era jocoso y lineal. En esta historia el romance detrás de lo imaginativo debe saltar a relucir.
Lástima que el nombrecito de “La Tayson”, resultara decorativo porque son escasos "los atributos" de este personaje con la habilidad a los golpes. Fíjense por ejemplo en "Un gancho al corazón" (Televisa. 2010) donde Danna García y Sebastián Rulli muestran golpes y amor en sus intervenciones. A la par que "La Monita" tenía más de boxeadora que nuestra "Tayson".
El mejor de esta pareja, aunque sin destacar mucho, resulta Jason Day quien cumple con su rol de un joven adinerado, que se compenetra con las escenas sentimentales aunque sin el efecto deseado. Con el correr de los capítulos, Day comienza a mostrar cierto desgano, en parte, por la poca agilidad de la trama. A pesar de todo, Day con un buen guión sin duda se luciría. Es de esperar que el actor siempre tome en cuenta a las telenovelas por el bien del futuro de nuestras producciones.
La historia tiene momentos a tomar en cuenta como el acercamiento hacia un posible incesto de los protagonistas, la muerte de Andrea y el desfalco de los del Prado, hasta el momento culminante del destape de los orígenes de Milagros, sin embargo nada de ello es efectivo por la ausencia de mejores villanos y actores capaces de mostrar más de su cosecha personal.
Sin duda, “La Tayson”, merecía una mejor adaptación. Por ejemplo el romance del jardinero y su posterior despido estaban demás y no tenía sentido seguirlo. Ante la ausencia de escenas más efectivas que conciten interés, este tipo de historias paralelas no aportaban sino desalentaban a seguir con la trama.
Lamentablemente en esta producción, los villanos rotan demasiado, el mejor es el maestro Alberto Isola, luego Fiorella Díaz, destaca y pone algunos escasos momentos de interés hasta que da la posta a una irregular Natalia Cárdenas, en la parte final de la trama, que constituye lo poco atractivo de la telenovela, cuando debería ser lo contrario. Todas las maldades de "Pilar" son risibles, tontas y poco atractivas. El secuestro de Milagros tiene tan poca consistencia que no hay manera de no encontrar falencias en varias escenas. Tal vez un mayor protagonismo de "Pablo" podría haber atraído más adeptos. En fin aquí lo que faltaba era un mayor exceso "de maldad".
Es más, la pareja compuesta por Victoria y el chofer Rocky a quien ella llama 'Morgan' resultan más simpáticos y atractivos porque lucen frescos y sus "inocentadas" son aceptadas porque la pareja no desentona para nada. La ingenuidad del chofer, cuota personal de un siempre talentoso Óscar López Arias permite que su acercamiento con una bella Anahí de Cárdenas no solamente sea la cuota de humor a la trama sino que su romance sea más aceptado que los protagónicos.
En suma, “La Tayson”, nunca fue un producto a tomar en cuenta. Una historia ya explotada hasta la saciedad merecía ser mejor estructurada para que esta no se pierda y quede en el intento. Ojalá que Imizu continúe con la producción de telenovelas. Este tipo de producciones deben ser continúas porque sólo así se llegará al producto deseado. Si alguna vez el Perú lo logró ¿Porqué ahora no lo puede lograr?
(*) rmanrique@elinformanteperu.com
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