LA GATA: MODERNA VERSIÓN DE UN CLÁSICO DE SIEMPRE
Lima, 20 Octubre 2014, (Por: Richard Manrique Torralva / El Informante Perú).- Culminó en México "La Gata" una telenovela producida por Nathalie Lartilleux para Televisa. La historia es una adaptación de la telenovela original venezolana de 1968 creada por Inés Rodena, inicialmente como radionovela en Cuba. Posteriormente fue llevada a México a inicios de los setenta y convertida en suceso internacional.
La historia ha sido adaptada en varias oportunidades. Además han existido nuevas versiones, en su mayoría, con éxito total. Es que la historia de la niña desharrapada que se enamora de su príncipe azul puede ser objeto de muchas críticas, pero siempre son bien recibidas por el público.
Esta nueva versión está protagonizada por Maite Perroni y Daniel Arenas con las participaciones antagónicas de Laura Zapata, Juan Verduzco y Mónika Sánchez, y con las actuaciones estelares de Leticia Perdigón, Erika Buenfil y Manuel Ojeda.
LA HISTORIA
Esmeralda a quien todos conocen como "La Gata" (aceptable Maite Perroni), es una niña de 12 años, que vive en un barrio pobre y en condiciones miserables. Desde niña es amiga de Pablo (Daniel Arenas), un niño de 15 años, millonario, que la defiende de las burlas y ataques de otros niños. Pablo siente compasión por Esmeralda, le molesta que doña Rita, (Pilar Pellicer), una vieja explotadora, que ha criado a Esmeralda y a Centavito, (Pierre Louis), la mande a vender o a pedir limosna para poder comer. Doña Rita explota a estos muchachos, sólo cuida y atiende como a una reina a su nieta Inés, (muy bien Alejandra Robles Gil), hija de su hijo "Tilico" (Benjamín Rivero) que cumple una condena de muchos años en la cárcel.
Esmeralda crece como un animalito salvaje, pero tiene la dulzura y encanto que la hacen única. Así ha sobrevivido a los golpes de la vida. Cuando Pablo se entera que Esmeralda no sabe leer ni escribir, se da a la tarea de enseñarle, pero a escondidas de Lorenza, (impecable Laura Zapata), su madre, quien desprecia a Esmeralda, porque ella quiere que su hijo Pablo se case con Mónica (Paloma Ruiz de Alda), una niña que ha crecido como su sobrina. Mónica es la única niña, a quien Lorenza considera que es merecedora de Pablo.
Pasan los años y a Pablo le cuesta trabajo aceptar que ama a Esmeralda, pero cuando lo hace decide incluso enfrentar a sus padres, quienes se oponen a esta unión y harán cualquier cosa por separarlos. Damián, (Ianis Guerrero), abogado y amigo de Esmeralda, decide enfrentar a Agustín Martínez-Negrete (impecable Juan Verduzco), para defender los derechos de su amiga; en respuesta, Agustín lo manda a la cárcel; ahí, Damián se hace amigo de "El Silencio" (como siempre destacado Manuel Ojeda), quien resulta ser el padre verdadero de Esmeralda.
"El Silencioso" prepara su venganza en contra de Agustín, pues por su culpa paga una injusta condena en la cárcel. Cuando sale de prisión, "El Silencio" protege a Esmeralda y hace de ella una dama de sociedad, pero decide no revelarle que es su padre, hasta limpiar su nombre. Cuando parece que nada impide que Esmeralda se una al hombre que ama, Pablo la repudia pues piensa que tiene una relación con "El Silencioso", sin embargo, el amor sabrá sacar a flote la verdad y vencer cualquier obstáculo.
REPASO POR LA HISTORIA
Sin duda, "La Gata" es una telenovela a la que se necesita rendirle tributo. Me refiero, al original mexicano de los años setenta que antiguas generaciones recuerdan con cariño por la magistral actuación de sus protagonistas, la inmortal María Rivas y Juan Ferrara; además de la gran Emma Roldán. La primera versión mexicana resulta insuperable, incluso mejor que la versión venezolana, por su trama, novedosa, para la época, además de contar con un grupo de actores con experiencia en el cine y en el teatro, al que este tipo de formatos (la telenovela) resultaba más fácil de interpretar. Fue tal el éxito de esta historia en México que el adjetivo "gata" se convirtió, a partir de entonces, en sinónimo de pobretona, zarrapastrosa o simplemente naca, como se acostumbra a hablar en México a una mujer pobre.
El paso de los años han convertido a esta telenovela en la más adaptada de toda la historia de la televisión latinoamericana. Incluso hasta se piensa que es una nueva versión de "Rosa Salvaje", Los ricos también lloran" o "María la del barrio". Nada más lejano a la realidad. Por ejemplo, en Perú, América Televisión anuncia el estreno de esta telenovela para el mes de noviembre y la promociona como "nueva versión de Rosa Salvaje".
En realidad han existido dos versiones cercanas a la original. La primera, en Venezuela, "Cara Sucia" protagonizada por Sonya Smith y Guillermo Dávila es la que más se acerca a la original versión venezolana de 1968. Pero la más exitosa, en dicho país, resultó "Rubí rebelde" producida por RCTV en 1988 y protagonizada por Mariela Alcalá y Jaime Araque.
Mientras en México "La Fiera" producida por Valentín Pimstein para Televisa en 1983 y protagonizada por Victoria Ruffo y Guillermo Capetillo, fue la que más se acercaba a la inmortal versión protagonizada por María Rivas. Sin embargo, esta nueva versión interpretada por Maite Perroni constituye la primera adaptación, casi fiel, a la original. Aunque, de ninguna manera, tiene que ver con las historias protagonizadas por Thalía o Verónica Castro. Qué sean adaptaciones de esta trama, no quiere decir que tengan que ver con esta clásica historia.
TELENOVELA MODERNA
Uno observa esta versión de "La Gata" y rememora aquella pantalla cuadrada de un televisor a tubos donde María Rivas daba clases de actuación en cada capítulo. Ella era mayor que su protagonista, pero eso poco importaba. Además tuvo dos papeles como madre e hija y en las dos destacó. Su amor por Pablo (Juan Ferrara, igual de notable) traspasaba aquella pantalla con imágenes del glorioso blanco y negro donde escaseaban los besos y mucho menos las escenas de alcoba.
Y ¿Por qué el recuerdo? Es que, sencillamente, uno puede cerrar y abrir los ojos y se encontrará, al ver esta versión, con una historia casi fiel al original mexicano, pero con un trabajo técnico de primera, tomas impecables (las locaciones del basurero, sensacionales), una dirección de escena sumamente detallista y un reparto que no desentona en lo absoluto. Todos realizando una telenovela vista hasta el hartazgo, donde todos, ya sabemos qué final tendrá la trama, cuáles son los problemas por los que pasará la protagonista, pero igual estamos pendiente de cada uno de sus capítulos. Esto, porque la producción ha logrado mostrar un trabajo eficiente con algo, importante de resaltar, las innovaciones dentro del guión, mostrando una historia no narrativa sino casi interpretativa.
Ya Nathalie Lartilleux había hecho algo parecido en "Corazón indomable", (Televisa-2013), especialmente en su capítulo final. Por eso, al observar los capítulos de esta telenovela pensábamos que iba suceder algo parecido con el final de esta historia. Debido a ello, hemos esperado a que culmine esta producción para realizar un análisis más profundo sobre este punto, que cierto sector de televidentes no ve con agrado.
El guión de María Antonieta Calú Gutiérrez y la edición literaria de Dolores Ortega elimina las escenas predecibles y va directo a la proyección de la toma cumbre donde se detalla la concepción del problema o el diálogo o relato que desean mostrar. Por ejemplo, Pablo luce desmemoriado y se encuentra con el Silencioso, el guión no señala como lo encontró. En realidad, poco importa ello, porque nos ahorramos el saber cómo constituyó dicha búsqueda que pudo tratarse a través de un detective que haya contratado el padre de Esmeralda o de una mera casualidad, es mejor ir directo a la trama. El Silencioso encuentra a Pablo en el parque donde pintaba sus cuadros. Otro ejemplo, Mónica tiene un amigo que queda prendado de la belleza de Esmeralda y desea conocerla, nunca se sabe que fue lo que sucedió. Se presume lo que pasó, pero no se grafica la escena. Es el público quien debe interpretar, a su manera, lo que ahí sucedió. Y así hay detalles que se obvian, permitiendo que la telenovela sea más ágil en su contenido, reforzado con la efectividad que existe dentro de su trama.
Es por ello que la historia se siente rejuvenecida. No desentona en lo absoluto. Este tipo de narración es arriesgado. De hecho no gusta a muchos. Al final, los televidentes no saben qué pasó con Mónica (Paloma Ruiz de Alda) y su madre (el regreso de la gran Lupita Lara). Incluso hasta pueden considerar poco castigo el que recibe Lorenza. Además nada se conoce del destino que tiene Gisela (sumamente efectiva Mónika Sánchez), recluida en un sanatorio para enfermos mentales. Esto, incluso, resulta muy poco castigo para una villana así, ¿No creen?
No obstante en lugar de restar, esto suma porque su trama dentro de lo ilógico que puede parecer su estructura, se refuerza plenamente no resultando ni contundente ni dramático. El público sabe que observa una historia imaginativa, irreal, absurda, pero la fantasía tiene que estar bien realizada y Lartilleux lo cumple con creces. Incluso, parece querer rendirle homenaje a la historia interpretada por María Rivas porque existen dos momentos a destacar. Uno, el casamiento de Inés y la aparición de "la Jarocha" con los hijos de Esmeralda y dos, el momento en que Esmeralda se arrodilla en el juzgado e implora justicia para que no le quiten a sus hijos. Son escenas que no pueden dejarse de lado porque evocan a esos dramas telenoveleros de antaño, tan detallistas dentro de sus diálogos, largos y románticos, pero siempre atractivos para el público. Lo que aquí finalmente se observa es la típica historia, totalmente renovada, complementada con aciertos técnicos y eso hace que la trama luzca totalmente rejuvenecida.
"La Gata" se define como una historia blanca, casi un cuento de hadas y eso es respetado aquí. Tal vez, Gisela es la villana "extrema" que tanto gustan colocar en Televisa, pero Lorenza y Agustín Martínez-Negrete son los llamados a sobresalir en esta galería de malvados con talento. Los padres de Pablo, no impostan, suenan reales, saben interpretar con eficiencia tanto el momento dramático como el cómico. La transformación del personaje de Laura Zapata, de villana a buena y viceversa, es simplemente genial. Y eso que su participación podría ser una copia calcada de Dulcina Linares o Malvina Vda. de Del Olmo, pero la actriz sabe su oficio y su nuevo papel como la cruel Lorenza Martínez- Negrete suena efectiva y es totalmente diferente a los roles que antes interpretó. Igual podríamos decir del padre de Pablo. Sus parlamentos racistas y ofensivos son más efectivos que las maldades de Gisela, tantas veces mostrada en varias telenovelas mexicanas. Debemos recordar que este personaje no existe en la original mexicana. Seguramente, colocada aquí para reforzar la trama y asegurar sintonía.
Hay detalles en la producción muy bien delineadas. Presentar al gato negro en cada escena clave, resulta sumamente importante para darle presencia al personaje central de la historia. Algo que se profundiza en su capítulo final. Además el graficar, con escenas en blanco y negro, recuerdos de los personajes dentro de la trama, unido a los clásicos parlamentos testimoniales referidos a manera de documental, le da efectividad a las escenas mostradas. Es decir, en cada drama y romance hay recuerdos de capítulos pasados. Como el momento en que la Jarocha es secuestrada por Inés y el Tilico. Ella recuerda, a través de imágenes, lo sobreprotegida que era la muchacha por su abuela. Estos detalles permiten conceptualizar mejor a los personajes y lograr el enganche de la historia con los televidentes. Incluso la telenovela evita la violencia desmedida, seguramente por el horario y por el contexto de la trama, un ejemplo es la muerte del Tilico.
Los protagonistas lucen aceptables. Más Maite Perroni. Es cierto, María Rivas, seguirá siendo única. Pero la Perroni convence. No nos agrada lo inexpresiva que se muestra al momento de llorar y sufrir por sus hijos, pero en líneas generales tiene carisma, ha aprendido a controlar sus emociones y se le ve más experimentada que en otras telenovelas suyas. Mientras Daniel Arenas cumple con su rol aunque ya debería ofrecer otra actuación para el recuerdo como en "Teresa" o "Amorcito Corazón". El actor ya necesita desprenderse de este tipo de galán. A pesar de todo, Arenas, en tan poco tiempo ha logrado éxito con dos telenovelas, parecidas en su contexto, pero sumamente populares en varios países.
LAS HISTORIA PARALELAS CRECEN
Sin duda esta telenovela será recordada por la atractiva trama de dos de las historias paralelas a la vida de los protagonistas. Empecemos por Centavito y su amor por su niña rubia Virginia (muy simpática Mariluz Bermúdez). Sin duda, un buen aporte adicional, incluido en esta historia, donde el joven moreno se enamora de una niña rubia y cuya hija sale igual al padre, siendo despreciada por Lorenza.
Otra parte destacable, resulta el giro que tiene la vida del Garabato (Ricardo Baranda) y su frustrado amor por Inés (muy bien Alejandra Robles Gil). La historia está bien delineada, los actores cumplen a cabalidad. Tal vez, por su juventud, no logran el efecto deseado que si lo hubieran tenido otros actores con más experiencia, pero en líneas generales su final es de lo mejor de la historia.
Eso sí, hay detalles que resultan risibles, la actriz, Leticia Perdigón tiene 58 años de edad sin embargo, su personaje, La Jarocha le inventan un embarazo de cuatrillizos. Además, la historia decae cuando aparece Juan Garza (Benjamín Rivero) que reclamaba la paternidad de los hijos de Esmeralda sin haberse acostado nunca con ella. Algo que pudo ser mejor tratado. En la original mexicana, esta parte sorprende a todos. Aquí todo resulta poco atractivo. Sencillamente porque estamos en épocas diferentes.
Lo mejor de "La Gata" se detalla en las escenas realizadas en el Bordo de Xochiaca, uno de los lugares más peligrosos de la Ciudad de México. Por primera vez observamos un lugar tan deprimente aunque sumamente efectiva para la concepción de la historia. Para graficarlo mejor, esta zona es tan peligrosa, como si nuestros productores se fueran a grabar a La Parada (ya cerrada por la alcaldía de Lima), Malambito (La Victoria) o Puerto Nuevo en el Callao. Algo más, en Perú ya hemos visto Avenida Brasil donde, sin duda, hay cierta influencia técnica en las escenas del tiradero de la capital brasileña con esta ciudad pérdida de México. recordemos que, a partir de la emisión de Rosa Salvaje se planificó mostrar escenas en exteriores de una ciudad humilde y deprimente, pero siempre fue a medias. Aquí estas escenas detallan en plano abierto toda la podredumbre de esta zona mexicana y esto le otorga mayor realismo a la telenovela.
TELENOVELAS MODERNAS
Algo que debemos resaltar es que en México las telenovelas no pasan de los 120 capítulos (seis meses aproximadamente en el aire). Felizmente los capítulos excesivos, para mantener sintonía ha sido dejado de lado. En esta producción hay dos momentos definidos, el antes y después de la relación. La pareja antes de su unión matrimonial y su posterior convivencia dentro del hogar. Algo ya mostrado en “Los ricos también lloran”, pero convertida en historia continuada (otros 120 capítulos más). Aquí en pocos capítulos se resume esa convivencia que termina resultando poco atractiva. Se deja a Pablo como un ser demasiado inseguro e inestable y a Esmeralda nada convincente como madre de dos hijos. Esto permitió que las historias del Centavito y Garabato sobrepasen en interés por la buena estructuración de sus personajes, No así el de los protagonistas donde era más que obvio que ese final en el altar no convenció a muchos.
Finalmente el tema principal de la telenovela “Vas a Querer Volver” gustó por su contagiante ritmo de bachata, pero “Me encanta”, la canción del Centavito y Virginia constituyó otro acierto porque contribuyó al desarrollo de esta atípica historia de amor.
A pesar de todo, "La Gata" resultó entretenida, ágil y moderna. Motivos más que suficientes para verla con agrado. Eso sí, el final alternativo que presentó Televisa, en Internet, resultó más novedosa que el final que se mostró en pantalla con la clásica boda de esta popular pareja. “Años después de la historia de amor entre Pablo y Esmeralda, Leticia (África Závala) lleva a sus hijos al lugar en donde están tallados los nombres de sus padres, les cuenta su historia y finalmente se va con una sonrisa en la cara. La escena culmina con la cámara enfocando el libro del protagonista donde se lee lo siguiente: Esta historia de amor fue escrita por Pablo Martínez Negrete”.
(*) rmanrique@ipnoticias.com.pe
Comentarios
AHORA EN TEMAS DE ACTUACIONES LO QUE PERJUDICO FUE LA DIRECCION DE ESCNA, QUE A MUCHOS ACTORES LES HICIERON HACER EL RIDICULO COMO MONIKA SANCHEZ HASTA LAURA ZAPATA HASTA GRABAR CASI TODO EN FORO ESO ES FATALIDAD PERO LO QUE AGRADO FUE LA CANCION DE ENTRADA, LAS LOCACIONES QUE TUVIERON Y LAS ACTUACIONES DE MAITE PERRONI, EL DE CENTAVITO, VIRGINIA E INES.